Lecciones de las pruebas Pisa

.

Es preocupante que Colombia haya ocupado el último puesto en las pruebas Pisa principalmente porque la evaluación midió la capacidad de los jóvenes de 15 años para resolver problemas cotidianos.

En términos de las teorías del crecimiento económico y del desarrollo, y en particular de las nuevas teorías del crecimiento endógeno en donde la educación es fundamental, el resultado de dichas pruebas estaría llevando a Colombia a unos mayores niveles de subdesarrollo, pobreza e inequidad.

Se necesita revertir esta situación.

Los resultados muestran que el sistema educativo en el país no relaciona adecuadamente la forma en cómo se enseñan y transmiten los conocimientos con la capacidad de aplicarlos a la vida cotidiana. Basta con haber escuchado a los estudiantes decir que lo enseñado por los profesores es demasiado teórico y alejado de la realidad, en palabra de los jóvenes las clases son aburridas y poco prácticas para comprender que el resultado de las pruebas era de esperarse.

Los resultados indican que el sistema tiene serios problemas para convertir la teoría y conocimientos en acciones prácticas.

¿Cómo superar esta penosa realidad?

Recientes estudios concluyen que el sujeto a atender prioritariamente en el sistema educativo es el profesor. El país necesita maestros capaces, altamente comprometidos con el futuro de sus alumnos, bien remunerados y valorados en el mercado laboral, respetados por la sociedad y conscientes de su rol.

Tener maestros así obliga al sistema de educación superior a alcanzar mayores estándares de calidad en las programas profesionales ofrecidos para futuros docentes. Se requiere de programas de licenciatura que compitan por los mejores bachilleres y un mercado laboral que les remunere bien.

De otra parte, cambiar lo que está ocurriendo en el aula de clase es fundamental. Se requiere pasar de la enseñanza que premia el aprendizaje memorístico a una enseñanza basada en el pensamiento crítico y al aprendizaje que resuelva problemas y proponga soluciones, siendo clave para alcanzar esta meta dejar de centrarse en la enseñanza por contenidos y buscar fortalecer la enseñanza para desarrollar competencias.

Es vital desarrollar en los estudiantes competencias para pensar críticamente, interpretar racionalmente y convivir en sociedad.

Un tercer elemento que no puede dejarse de lado es el desempeño de los directivos de las secretarias de educación y de las instituciones educativas. Si el sistema tiene buenos directivos es más fácil entregarles mayores autonomías a los colegios para que diseñen sus proyectos pedagógicos de acuerdo a su contexto y a los nuevos paradigmas enumerados anteriormente.

Finalmente, existen unos mínimos que deben ser garantizados por el Estado como la nutrición de los estudiantes y el acceso a elementos básicos para el aprendizaje. También es importante para superar esto que la familia cumpla un papel de primer orden, padres comprometidos con la educación diaria de sus hijos, acompañándolos durante el proceso educativo y fortaleciendo su formación integral en recreación, lúdicas y deporte.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

Comentarios