La semana pasada, expresé en mi cuenta de twitter mi solidaridad con el periódico Vanguardia Liberal y con su subdirectora Diana Giraldo, en señal de total rechazo y condena a las amenazas de muerte recibidas desde una llamada anónima, cobarde e infame.

En Colombia, profesionales jóvenes y acuciosos con formación universitaria importante, en el desempeño de su encargo laboral se someten diariamente no solo al escarnio malévolo que los desprestigia, sino a lo que es peor, se enfrentan a graves amenazas recibiendo vejaciones y vituperios a causa del ejercicio profesional que adelantan con decoro; es el caso de la subdirectora del periódico Vanguardia Liberal, quien tras varias publicaciones en las que la abogada-periodista Diana Giraldo ha denunciado presuntas anomalías en contrataciones de la alcaldía de Bucaramanga.

Las redes sociales reaccionan defendiendo al Alcalde de Bucaramanga y criticando el juicioso trabajo del prestigioso diario Vanguardia Liberal.

Están en riesgo los derechos a la vida, el trabajo, la libertad e independencia de la prensa por ejercer un oficio donde la investigación no debe cesar. Las denuncias deben aparecer ante cualquier evento que se perciba irregular y los pronunciamientos críticos ante la corrupción no se pueden engavetar.

Es hora de proteger dignamente al periodismo investigativo que hace posible conocer y denunciar con rigurosos detalles los abusos de poder, la corrupción y la falta de ética.

No podemos ante las amenazas violentas seguir cediendo nuestros derechos fundamentales, por el contrario, debemos manifestar nuestro descontento frente a las injusticias y oponernos a seguir siendo blanco de ellas. En nuestras manos está hacer de ello una realidad.

¡Me solidarizo con la periodista Diana Giraldo!