¿Qué tan inciertos son los resultados de la Copa del Mundo? En realidad, la incertidumbre juega un papel importante y deseado en un campo de fútbol. Nadie quiere pensar que los resultados de un partido puedan estar definidos de antemano o responder a intereses personales ajenos a la táctica del juego. Sin embargo, esa posibilidad ha tomado mucha fuerza ahora en la Copa del Mundo 2014.

Antonio Vélez ha dicho que para hacer un buen pronóstico de futbol debe tenerse en cuenta tres factores: el rendimiento de los equipos, el hecho de jugar como locales o visitantes y el azar. Sin embargo, hay un cuarto factor que puede estar teniendo peso en la definición de los resultados, y que está más relacionado con las trampas en el campo que con la estrategia de los jugadores: la corrupción.

Recientemente la revista The Economist, con base en documentos obtenidos por el diario inglés The Sunday Times, afirmó que probablemente la Fifa recibió pagos secretos para la definición de la sede de la XXII edición de la Copa Mundial de fútbol. El diario británico afirmó tener pruebas de que un exdirectivo de la Fifa pagó sobornos de hasta 200 mil dólares a los presidentes de 30 asociaciones de futbol africanas y que organizó varias fiestas y eventos para los directivos, con el fin de comprar su apoyo para que Qatar fuera elegido país anfitrión de la Copa Mundial de 2022.

Como si esto fuera poco, The Economist también mencionó un informe de la Fifa, en el que se descubrió que varios partidos de exhibición fueron manipulados antes de la Copa del Mundo en 2010.

A pesar de todos estos escándalos, a la fecha no hay algún directivo sancionado ni se han visto cambios importantes en la estructura de la Fifa; por el contrario, siguen aumentando las denuncias y el silencio de esta federación internacional que agrupa a más de 209 asociaciones nacionales.

Es el momento de exigir una rendición de cuentas claras a este organismo deportivo, no solo para devolver su esplendor al fútbol sino, también, para dar punto final a denuncias de futbolistas importantes como Diego Maradona, quien ha dicho que “la multinacional se está comiendo la pelota”.