¿Preparados para la sequía?

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Pese a que estamos sufriendo ya del intenso calor, de la falta de agua potable en algunos sectores de Ibagué y del Departamento, de incendios forestales por aquí y por allá, de tierras secas, ganado muriendo, cultivos perdidos, aún no vemos a nuestras autoridades de la capital y del Departamento liderando y anunciando acciones a corto, mediano y largo plazos para mitigar ese fuerte fenómeno de sequía que se pronostica.

Ya todos sabemos acerca de la parsimonia, las mentiras permanentes, la inacción, las promesas y promesas del Gobierno Central de Santos, que apenas está en invitaciones tímidas a ahorrar agua. Pero miren las paradojas de la vida, esa es la realidad de hoy, es lo único que se tiene porque de parte de nuestros gobiernos regionales no ha pasado nada de nada.

A estas alturas ya se debería conocer de un plan de acción que abarcara de agosto a marzo o mayo de 2015, que semana a semana estableciera algunas medidas -que pueden ir variando por el camino- frente a campañas ciudadanas, prohibiciones, inclusión de grupos comunitarios en propósitos de ahorro, alianzas con los docentes para establecer una capacitación permanente a las comunidades educativas sobre cómo va el fenómeno, campañas en medios de comunicación sobre el ahorro y, en fin, muchas cosas más.

Pero la parsimonia es un mal permanente hacia esa grave situación que enfrentamos y que necesita verdaderos líderes comprometidos, inteligentes, trabajadores sin descanso, con mucha conciencia social y ambiental para pasar del dormir y del discurso a la acción. El problema no es de recursos, de plata, sino de aptitud y actitud; de buscar aliados, de entregar los mensajes adecuados, generar alianzas, salir de la zona de confort de sus escritorios para ponerle el pecho a la brisa en el campo, en barrios, empresas, veredas, fincas, entre otros lugares.

Aunque es de su accionar directo por ser la autoridad ambiental regional, es la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, la única a que se ve y escucha en la línea correcta con sus decisiones, sus llamados de atención y con sus programas y propagandas institucionales en relación con el fenómeno de sequía que llegó. El resto de nuestras autoridades brillan por su ausencia.

Este es un llamado también a las universidades, a los gremios económicos: todos deberían estar ya diseñando sus propios planes de acción para ahorro de agua y preservación del medio ambiente, lo mismo que sus propios mensajes para que sus grupos objetivos los reciban en forma permanente de aquí a mayo de 2015. En una tarea descomunal como esta es que deben estar las cabezas de las agremiaciones, de las cámaras de comercio, las asociaciones y las federaciones que hacen presencia en el Tolima y su capital. Menos citación gremial para fotos, charlas, lanzamientos y cocteles sociales. Imagino que ya tendrán previsto aprovechar los próximos eventos públicos masivos y mediáticos como el Festival de Sabores o la Feria Ibagué, Maquila y Moda para los mensajes sobre ahorro de agua y preservación del preciado líquido. Porque, si no es así, estamos peor de lo que todos pensamos. Es mejor apague y vámonos.

Al Ibal y la Alcaldía ni los mencionemos, porque eso es como tirar un baldado de agua en las áridas tierras del Sur del Tolima.

Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ -GERSÁN-

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