Un problema de tierras que lleva más de quinientos años y un conflicto armado de más de cincuenta años, con seis millones de víctimas, no se arregla con la facilidad con que se cuadran carruseles de contratos o impunidad para los grandes saqueadores del erario.

Es un proceso que requiere de acercamiento entre las partes en conflicto, establecer agenda, metodología de trabajo, garantes, divulgación de los avances logrados, diálogo y mucha paciencia, entre otros.

Esto, es lo que ha permitido el logro de avances durante las conversaciones, no negociación, de La Habana donde tanto el gobierno como las Farc-EP están muy bien representados. Si a lo anterior se suma la participación de las Fuerzas Armadas y la presencia de víctimas de la violencia, algo no incluido en la agenda, se siente un ambiente cada día más favorable al cese del conflicto, un paso más, importante y necesario para avanzar hacia la paz. Como no se acordó el cese al fuego durante las conversaciones, las dos partes siguen repartiendo plomo y dejando víctimas casi siempre campesinos.

El presidente Santos reconoció la existencia del conflicto. Con el liderazgo decidido de su Minagricultura Juan Camilo Restrepo sacó adelante la Ley 1448 de 2010, Ley de Víctimas y Restitución de Tierras y organizó los diálogos con las Farc-EP. Pasos bien intencionados, por decir algo, para caminarle al fin del conflicto.

Desafortunadamente con la Ley 1448 le quitaron las muletas al cojo y se las cambiaron por un par de sapos de muchas arrobas. Solo se mencionan tierras despojadas a partir del 1º de enero de 1991. Perdón, olvido y legalización de lo despojado violentamente a partir de los treinta del siglo pasado, para poner una fecha. El mico con diez manos le dio la bendición a los criminales que nos tienen en lo que estamos y al proceso de restitución caminando como un cien pies con cayos, gota, artritis y cincuenta patas amputadas.

Pero dejando a un lado los micos y los sapos el proceso va por buen camino y tiene a buena parte del país con la esperanza del éxito. Un buen ejemplo es el documento ampliamente divulgado de lo acordado sobre el tema agrario, punto clave del problema. Se lograron acercamientos entre las propuestas de las partes, respetando lo establecido en la legislación colombiana. El punto de Desarrollo Agrario integral, para citar un ejemplo, incluye acceso y uso de la tierra; programas de desarrollo rural; infraestructura y adecuación de tierras; desarrollo social: salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza; estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa, asistencia técnica, formalización laboral y sistema de seguridad alimentaria.

Se camina bien y el pueblo, especialmente el campesino y los no vividores de la violencia, tiene la esperanza de ver a sus descendientes viviendo la alegría de un país en paz, paz que incluye la armonía con la naturaleza, ahora destruida por transnacionales mineras que ejercen violencia contra el futuro del país, especialmente del Tolima.

*Posconflicto.-La gallina clueca castrada por el minagrícolo y que cayó al ruedo de la gallera en medio de veinte gallos criollos que la dejaron sin plumas mientras se sacudían y un pato tarareaba: Quién tuviera la dicha, carrataplum, que tiene el gallo, que todas las mañanas, carrataplum, monta a caballo,… … Sobran los gallos criollos correteando la gallina del posconflicto. No ha caído a la gallera y ya le están quitando las plumas. Ya se están gastando los dineros del posconflicto con proyectos pendejos que solo tienen como objetivo repartir lapiceros, carpeticas, escarapelas, refrigerios y formatos para justificar asistencia. El formato es el mismo y los vividores parecen carrusel de alcaldía. Inscripción, discursos sin contenidos, mesas de trabajo donde no se puede opinar y moderadores que caminan empujados. Como para no olvidar el Foro Regional de Justicia Transicional realizado en la UT el 28 y 29 de agosto pasado. Dos días para lo que hubiera sido suficiente un folletico y una hora de carreta. Nada que ver con tanta propaganda engañosa. Lo bueno de esta vaina es que por lo menos sirve para alertar sobre las aves carroñeras que ya se están tragando el posconflicto.

*Sorpresa.- Dice la administración municipal, refiriéndose al Monumento a la corrupción, o panóptico que llaman: “Si la Nación no asume las acciones pertinentes, nos veremos en la obligación de reorientar los recursos a otras importantes necesidades locales y entregar el monumento a la Nación”. Merece un monumento a la imbecilidad y al desprecio por el patrimonio cultural.

*Ñapa 1.- Hospital Federico Lleras: un ejemplo de corrupción y de abandono de la salud de los tolimenses.

*Ñapa 2.-La reina preguntaba. ¿Dónde queda Prado? ¿Cuáles son los platos típicos del Tolima?

*+.- Aquí entre nos, Encuentra alguna relación entre un concurso de ganado lechero y un reinado de belleza?