Permanencia y graduación, nuevo reto para la Educación Superior

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La semana anterior tuvo lugar en la ciudad de Medellín “La IV Conferencia Latinoamericana sobre el abandono en la educación superior”, donde se dieron cita más de trescientos delegados de dieciséis países, quienes contaron sus experiencias, teorizaron sobre las causas endógenas y exógenas del retiro de estudiantes sin graduarse, situación que se ha convertido en una de las grandes preocupaciones, tanto de las universidades públicas como privadas y plantearon acciones que se vienen desarrollando para lograr que quien ingresa, permanezca el tiempo programado y finalmente se gradué exitosamente.

El problema es bien complejo, aunque se tiene un diagnóstico que se repite en todas las instituciones que abordan su estudio. El fenómeno se ha incrementado en los últimos años y se explica a partir de la masificación de la educación universitaria que trajo como consecuencia la proliferación de programas, las facilidades para acceder a los mismos, el aumento de las instituciones, la apertura al género femenino y los esfuerzos de los gobiernos por universalizar este servicio.

Coincidieron también muchos ponentes en clasificar las causas de la llamada deserción, aunque no se puede hablar exactamente en estos términos, sino más bien hablar del “abandono del sistema universitario”.

Dichas causas tienen que ver con factores socio–económicos, estructurales, de políticas estatales y de variables de carácter personal.

Se pudiera pensar que la principal causa del retiro estudiantil está dada por la situación económica, pero existen otros factores que tienen un gran peso en el momento de tomar dicha decisión.

Las deficiencias que se traen desde las instituciones de educación media, pueden convertirse en un obstáculo insalvable que genera pérdida de semestres y finalmente el retiro del sistema.

Correlacionado a lo anterior se cuestiona también la metodología de la educación superior, donde no siempre se profundiza en conocer las formas de aprendizaje de los estudiantes, porque no todos los docentes son especialistas en pedagogía y un gran número de ellos son expertos conocedores de sus disciplinas, pero no de los mecanismos eficientes que les permitan compartir y ampliar conocimientos, mediante la implementación de procesos que van desde la simple exploración hasta la investigación rigurosa.

Las políticas educativas de los gobiernos latinoamericanos generalmente presentan dificultades estructurales y en varias ocasiones van en contravía de la calidad de la educación.

Existe también mucha improvisación en la formalización de las mismas y en varias ocasiones se importan modelos que no corresponden a nuestros contextos.

Pese al sombrío panorama, se vislumbran posibilidades bastante esperanzadoras. Las conclusiones de esta conferencia han dejado una gama de propuestas de intervención que es necesario analizar e implementar para lograr que el acceso, la permanencia y la graduación hagan parte de un proceso completo.

Credito
LIBARDO VARGAS CELEMÍN Profesor Titular UT

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