¿Homenaje a los conquistadores?

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De la permanencia en Ciudad México durante un mes, aprendí varias manifestaciones de su cultura. La cortesía, el trato amable al extraño, se expresa de varias maneras y por parte de los mexicanos que circulan en esta ciudad de tantos habitantes.

En el metro, el metro bus y en cualquier camión (así se denominan los buses urbanos), se respetan las sillas o bancas destinadas a mujeres embarazadas o personas de la tercera edad. El joven le entrega su puesto, voluntariamente a quien debe ir sentado y no de pié. Si un visitante requiere de la orientación y compañía para tomar una ruta, hay personas que voluntariamente prestan este servicio de guía.

Se puede deducir que hay cultura ciudadana que se manifiesta en estos hechos, que deja gratamente impresionado al extranjero y le produce emoción el interés de unos y otros por garantizar la seguridad del visitante. Registro esta experiencia para incitar a los ibaguereños y tolimenses en general a que hagamos lo mismo, desde ya, con motivo de los Juegos Nacionales que se realizarán dentro de un año en nuestra ciudad musical, y con el sueño de que estos comportamientos se convierta en prácticas cotidianas, que ni siquiera deben ir acompañadas de una sonrisa, que sería ideal, van impregnadas de humanización y generosidad hacia sus congéneres.

Siendo que Ciudad México, Distrito Federal, en su área metropolitana tiene 20 millones 400 mil habitantes y ocupa el tercer lugar en el mundo entre las ciudades más populosas, puesto que comparte con Nueva York, no se perciben congestiones de vehículos como los que afectan la movilidad en Bogotá, porque la multitud hace enormes filas para tomar el metro y la congestión está a nivel subterráneo.

El metro llega a la mayor parte de los lugares, con sus 12 líneas y transporta cerca de cuatro millones de personas. Los mexicanos copiaron de Bogotá el Transmilenio, que aquí se llama metrobús y hace parte del sistema de transporte masivo, integrado al metro y es ejemplar tanto en conductores como pasajeros, el uso exclusivo de los paraderos, que por ningún motivo se infringe.

Para nuestro caso, Bogotá necesita la construcción urgente de este medio de transporte, que estoy segura con transparencia e idoneidad en todos los campos, se podrá cumplir el compromiso con la ciudad. Ibagué debe adoptar un sistema que favorezca la movilidad de los vehículos y optimice el espacio, previo estudio de expertos con trayectoria internacional en cuanto a este tema.

En todas las calles y avenidas se encuentran obras de arte, esculturas principalmente, para rendir homenaje a héroes y personajes nacionales; a indígenas que se han destacado en épocas diversas. Allí no se rinde homenaje a los conquistadores españoles ni a los invasores greengos, como ellos peyorativamente lo expresan. Aquí no hay esculturas para rendir homenaje al conquistador español Hernán Cortés y sí a destacados caciques indígenas mexicanos. Aquí, por ningún motivo llegaría a ocurrir lo sucedido recientemente en Cartagena cuando su alcalde y la Corporación Centro Histórico, colocó una placa en homenaje al almirante inglés Edward Vernon, comandante de la armada que pretendió tomarse la ciudad.

Es que en Colombia, paradójicamente, se le rinde homenaje a los conquistadores, a quienes destruyeron la cultura aborigen a sangre y fuego.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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