Nueva generación ambiental

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Antes de iniciar mis tema de hoy, permítanme fecilitar a toda la familia de de EL NUEVO DÍA, desde sus ejecutivos de ventas, los responsables de la distribución, de la armada, la impresión, a la junta directiva en pleno, al gerente Miguel Ángel Villarraga por la labor en cumplida consolidando al periódico de los tolimenses como el medio informativo y de opinión por excelencia de la región.

Para quienes hoy lo hacemos desde la opinión, y antes lo hicimos desde la redacción como periodistas, es satisfactoria ver la modernidad y el ímpeto en que ha entrado el diario. Felices 22 y que sean 50 más.

Realmente hay muchas buenas por mostrar en nuestro departamento y es grato como ciudadano y profesional hacer parte de ellas así sea como un invitado a observar dichos procesos. La semana anterior se llevó a cabo la versión 15 del Congreso Ecológico Juvenil “Cultura del Agua”, liderado por Cortolima, y respaldado por entidades como Cemex, Hocol, Concesionaria San Rafael y Ecopetrol.

Todas ellas por sus actividades vigiladas y controladas por las autoridades ambientales, pero eso no es óbice para que dentro de su tarea de responsabilidad social y ambiental, como lo exige la Ley, participen de eventos de este tipo sin que se crea que la autoridad ambiental se vende o dejará de hacer el control respectivo a sus actividades.

Según conocí el Congreso se lleva a cabo cada dos años y busca resaltar y reconocer los mejores proyectos en educación ambiental que desarrollan alumnos y profesores de las instituciones educativas del departamento. Todo ello enmarcado dentro de los Praes, que cada día toman más relevancia en los colegios, afortunadamente.

Fueron 75 instituciones educativas las que asistieron a presentar un resumen ejecutivo de sus trabajos y a realizar una presentación lúdico-pedagógica donde éstos se resumieran. Asombroso, admirable, tremendamente educativo y reflexivo ver la labor que esos muchachos ejecutan dentro y fuera de su institución de la mano de sus familias, autoridades locales y otras instancias en busca de la preservación, conservación, cuidado y del agua.

Desde campañas de limpieza de ríos y quebradas, nacimientos, hasta labores para concientizar a quienes usan el precioso líquido y lo desperdician dejando llaves abiertas, no cuidando las conexiones de sus mangueras en los acueductos veredales o depositando directamente basuras y aguas residuales en algunos afluentes.

Igualmente, labores de siembras de árboles, reforestación con especies nativas han llevado a cabo esos jóvenes a lo largo y ancho del departamento. Desde Roncesvalles, Rovira, Espinal, Ibagué, Murillo, Líbano, Anzoátegui, Valle de San Juan, San Luis o Cajamarca, entre otros, llegaron las historias que hacen parte de esa cultura del agua que se busca resaltar y premiar allí.

Definitivamente lo que uno observa allí son niñas, niños, jóvenes y adolescentes que se están formando con conciencia verde, con conciencia ambiental, que no tragan entero, que reconocen que sin agua nada puede vivir, que no se pueden plantear disyuntivas pendejas como agua o desarrollo y crecimiento económico, porque sin la primera la segunda ni existe ni es importante.

Fueron un poco más de 400 muchachos y sus maestros, compartiendo experiencias, reforzando su vocación ambiental y siendo otro tipo de ciudadanos que tienen claro cuál debe ser su papel frente a la naturaleza y sus recursos.

Qué bien por este tipo de eventos que se están volviendo virales y ningún interés privado los podrá detener.

Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ -GERSAN-

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