Colombia retrocede en competitividad

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Ahora que los congresistas están en la tarea de estudiar y aprobar el nuevo Plan de Desarrollo para el cuatrienio 2014-2018 del presidente Santos, resulta oportuno lanzar la mirada hacia estudios que nos dicen cómo está Colombia en estos tiempos, en cuanto a factores básicos de su desarrollo.

Hace pocos días el Consejo Privado de Competitividad divulgó su informe nacional 2014-2015, que trae análisis importantes a tener en cuenta cuando se trata de establecer políticas y programas de desarrollo social y económico del país y de sus entidades territoriales hacia el futuro mediato de cuatro años.

Se trata de una organización privada que se aparta de los informes maquillados que salen a menudo de las instituciones oficiales, de ahí que resulta interesante leer datos y el análisis de los mismos en cuanto a 14 pilares o grandes variables objeto de estudio en éste.

Dice el informe de competitividad que Colombia, en sus últimos cuatro años está retrocediendo y ocupa el puesto 66 entre 144 países analizados. “Donde peor le va a Colombia en materia de competitividad es en los pilares de instituciones, salud, educación básica, infraestructura, eficiencia del mercado de bienes y eficiencia en el mercado laboral”.

En este poco espacio no es factible abordar cada uno de los “pilares”, pero hay datos que suscitan preocupación al leerlos. Por ejemplo, en cuanto el ambiente institucional, Colombia se ubica en la posición más baja, porque la calidad de nuestras instituciones no es la deseable, porque hay problemas de transparencia  y en el capítulo sobre corrupción, este es el “factor más problemático para los negocios en los últimos 5 años”, análisis que es fácil compartir.

Otro aspecto, es el de la salud y la educación primaria en la que Colombia ocupa el puesto 105 entre los 144 países objeto de estudio. En cuanto a esto, nuestro país retrocedió 26 puestos entre 2010 y 2014, ¡que alarmante!. Se justifica ampliamente que en el plan de desarrollo nacional, la educación sea un asunto prioritario de las inversiones públicas, pero aprovecho para señalar que es necesario focalizar las inversiones para la formación del talento humano, como factor fundamental de la calidad.

Es sabido que el crecimiento económico, en gran parte está condicionado por la calidad del talento humano que hace crecer la productividad. Hay problemas de cobertura educativa, principal ante en la oferta de educación para la primera infancia, la educación media y la educación superior. A esto se le agrega, que tenemos, en el país y en cada uno de los municipios del Tolima, además, problemas de calidad, medida por los resultados de las pruebas estandarizadas Saber y las internacionales que se realizan periódicamente.

El 40 por ciento de los bachilleres que ingresan a las instituciones de educación superior y a las universidades, tienen puntajes del nivel bajo en las pruebas Saber 11 y sólo un 18 por ciento llegan a la categoría de desempeño alto. Me preocupa el hecho de que la calidad del docente se inicia con su formación en la educación superior, de ahí que el Ministerio esté replanteando los lineamientos para las licenciaturas.

Para finalizar este breve análisis, debo decir,  que el Tolima, está entre los ocho departamentos más rezagados si se tiene en cuenta los resultados de estas pruebas, en 2013. ¡Cundinamarca y Bogotá encabezan esta tabla y nuestro departamento, en el puesto 19 entre los 32 departamentos del país, apenas supera a Sucre,  Caquetá, Cesar, Magdalena, Putumayo, Guajira y Chocó, según los datos que registra el informe de competitividad a que hago referencia.

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