Con esta decisión los que pierden son los niños que están esperando un hogar

Germán Rincón Perfetti

Si hacemos una mirada histórica de los fallos de la Corte Constitucional Colombiana, inicialmente se vio una protección importante a un norteamericano, quien había adoptado a unos niños, y siendo el papá legal, en el último minuto, el Bienestar Familiar decidió quitárselos cuando manifestó que era homosexual. Este caso fue llevado a la Corte Constitucional, la cual confirmó la decisión de que los menores permanecieran con él, además de que se garantizara el proceso legal, dándole un espaldarazo a todo el trámite que se había dado en esta adopción.

Posteriormente, en el caso de Ana y Verónica, que mediante una acción constitucional de tutela, querían que la hija biológica de una de ellas tuviera dos mamás, nuevamente el Bienestar Familiar se negó de inmediato, en razón de la orientación sexual de ellas, por lo cual el caso llegó a la Sala Plena de la Corte Constitucional, y el alto tribunal aprobó la adopción por parte de la pareja de la madre biológica.

Ahora, estamos frente a un trámite legalmente diferente. En esta oportunidad se cuestiona la constitucionalidad del Código de la Infancia, con el cual se permite la adopción que debería ser extendida, en términos generales, a todas las personas y parejas homosexuales.

Con la decisión de hoy de la Corte Constitucional, quedamos a medias. La Corte empezó con un segundo caso y hoy pega una frenada, porque la decisión no es contraria a lo que dice, pero tampoco avanza. Por eso quedamos en un lindero, en donde el alto tribunal, después de tener prestigio internacional por reconocer los derechos humanos, se empieza a desdibujar como un foro importante para la democracia internacional.

Adicionalmente, sabemos que han existido muchas presiones. Por ello, necesitamos una Corte con carácter, porque es un foro académico que recibió toda clase de conceptos positivos, inclusive del Bienestar Familiar, de las asociaciones médicas y científicas, al tiempo que de las personas homosexuales y bisexuales. Curiosamente, la única universidad que presentó un concepto en contra, fue una universidad de Corte Católico, del Opus Dei, que finalmente tuvo que hacer un retracto público y pedirle a la Corte que no tuviera en cuenta el concepto de que los homosexuales son enfermos.

Cada día más países se van a escuchar con matrimonios y adopciones igualitarias, y puedo decir que esta lucha es imparable. Hoy, mañana y pasado mañana, en Colombia y en el mundo, volveremos a colocar este tema en la palestra de lo público, porque lo que estamos buscando es entregarle a unos niños en malas condiciones y de abandono, en una institución que hace lo posible por cuidarlos, pero que no es suficiente, nuestro hogar, nuestro cariño, nuestro afecto, nuestros valores y nuestra herencia para que tengan una vida digna y, aún así, no ha sido bien interpretado por la Corte Constitucional.

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