Confidenciales políticos

Graves, muy graves, las acusaciones del magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt, contra el Fiscal General de la Nación, mi excompañero simoniano, Eduardo Montealegre Lineth.

Pretelt, que por estos días parece un león herido que amenaza con tragarse vivo con sus fauces a todo aquel personaje de la justicia o de la política que le pida su renuncia, dijo en la W radio que el Fiscal cenó con él varias veces en su casa en noches de luna llena y en agradables veladas que compartieron junto con sus esposas. Denunció con voz temblorosa y con rabia que Montealegre le dio puestos y mermelada para comprar su conciencia y pedirle que cambiara su postura legal con respecto al proceso de paz. Asegura que como él nunca vio con buenos ojos la ley del Marco Jurídico para la paz, el vademécum que se inventó Santos para engatusar a las Farc y llevar a su cúpula de criminales a Cuba a negociar un cese definitivo del conflicto armado colombiano, ahora Montealegre se suma al coro de las altas Cortes exigiendo su renuncia como Presidente y como Magistrado de la Corte Constitucional.

“Ayúdeme para que los guerrilleros no paguen ni un solo día de cárcel”, le habría dicho el Fiscal a Pretelt. Confiesa que lo que más duele es que Montealegre, hasta hace pocos meses su amigo y anfitrión en las veladas gastronómicas nocturnas pretenda meter a la cárcel a su esposa Martha Ligia Patrón, funcionaria de la Procuraduría armándole un juicio por parapolítica y despojo de tierras en Antioquia, judicializándola por la adquisición de dos haciendas de dudosa procedencia en las que hay de por medio crímenes y desplazamiento forzado.

Transcribo textualmente lo que dijo el Magistrado Pretel sobre el Fiscal Montealegre: “En las últimas (reuniones) le manifesté claramente que no daba mi brazo a torcer en el sentido de que todas aquellas personas que cometieran delitos de lesa humanidad o crímenes de guerra deberían tener una pena real y efectiva. Nunca le gustó al doctor Eduardo Montealegre ese tema”. “No hay razón para que el Fiscal General de la Nación hoy llame a mi señora esposa Martha Ligia Patrón López, una persona de reconocida trayectoria, de más de 15 años al servicio de la Procuraduría, por un delito de lesa humanidad, de despojo de tierras, cuando él mismo me quiso convencer a mí en su casa, delante de su señora, (de) que por favor le colaborara con el proceso de paz y dejáramos abierta la posibilidad de que no pagaran un solo día de cárcel los guerrilleros que están hoy en La Habana negociando con el Gobierno”.

Pretelt cerró su bocota trayendo a la luz pública el origen del supuesto tráfico de influencias por haber hecho nombrar a Gilma Londoño como Directora Seccional de Fiscalías en Córdoba, quien fue destituida fulminantemente el pasado 15 de marzo, luego de conocido el escándalo de cobro de coimas en la Corte Constitucional por un fallo en favor de Fidupetrol. Sobre este episodio confesó que fue el mismo Montealegre el que le preguntó en esas opíperas veladas “quién podía ocupar la dirección de la Seccional de Fiscalías del departamento”. Por lo que ha dicho Pretelt, la investigación de la Cámara de Acusaciones, debe servir no tanto para investigar al magistrado lobbysta, sino para abrir nueva investigación por corrupción y tráfico de influencias contra el mismísimo fiscal General de la Nación. Allí estos dos personajes tendrán que explicarle al país político y al país nacional desde cuando data su amistad, sus cenas y sus tertulias personales. Necesitamos que se diga toda la verdad sobre el episodio Fidupetrol ocurrido en los años 2007-2010 cuando esa agencia de fiducia manejó y esfumó miles de millones de pesos producto de regalías petroleras del Casanare. Montealegre ya se declaró impedido para investigar como Fiscal a Fidupetrol, porque reconoce haber oficiado como consultor de esa cuestionada firma en el 2010 en un juicio de responsabilidad fiscal que adelantó la Contraloría General de la República. Pretelt, entre tanto, deberá confirmar si desde esos tiempos viene ejerciendo su labor de lobby para obtener de sus compañeros de Corte una sentencia que blindara jurídicamente las picardías de Fidupetrol y se hiciera efectiva una indemnización del Estado en favor de esa compañía por miles de millones de pesos.

Credito
HERMÓGENES NAGLES ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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