Religión, espiritualidad y salud

Pablo Isaza Nieto

La religión, la fe y la medicina se entrecruzan en muchas oportunidades. Es frecuente, en el manejo de un problema médico, hablar sobre aspectos espirituales sobretodo cuando se trata de situaciones críticas. Para muchas personas, las decisiones de vida o muerte se basan en las creencias religiosas que pacientes y familias tengan en diálogo con el médico. Diversos estudios indican que un sistema de apoyo basado en la fe compartida puede ser extremadamente útil en el proceso de curación. En muchos países las comunidades religiosas tienen programas de asistencia en coordinación con servicios de trabajo social para prestar servicios a las personas que lo requieran.

“La asistencia frecuente a actividades religiosas parece ser uno de los mayores y más significativos soportes en el control del estrés y un elemento que contribuye a una vida mejor y más satisfactoria” dice el doctor Scott Schieman, profesor de Sociología en la Universidad de Toronto. “El hecho de congregar personas con las mismas creencias produce mas beneficios que una red social de cualquier otro tipo. Es tiempo en el cual se produce un relación con otras personas y no se está solo con su creencia religiosa”.

Muchos aspectos espirituales y religiosos son benéficos en relación a la salud y la enfermedad. La naturaleza meditativa de los servicios religiosos puede disminuir los niveles de estrés. Muchos servicios predican amor, perdón, esperanza y optimismo que fomentan una actitud positiva en la vida que se traduce en buena salud emocional. Diversos sermones abordan la importancia de dar gracias, y sabemos que la gratitud puede ser muy importante para la salud mental. La cercanía del religioso y su predica puede también ayudar a aliviar la angustia emocional que por cualquier circunstancia padezcan algunos de los congregados en el servicio religioso. Es el sentido de comunidad, el aspecto de grupo de la religión organizada, lo que tiene un gran impacto sobre la salud de los creyentes.

La creencia en un poder superior es increíblemente importante en ayudarles a lidiar con una enfermedad grave. Es lo que lleva a quienes han enfermado a caminar través de tiempos difíciles. La religión a menudo se ha considerado como una fuerte defensa contra varios tipos de neurosis. La relación entre religión y salud mental puede ser mutuamente beneficiosa dado que la religión proporciona directrices que pueden ayudar a las personas a encontrar el camino a seguir en cuanto a sus vidas, lo que fortalece su salud mental.

Psicólogos y sociólogos han estudiado como la religión crea altos estándares morales proporcionando ayuda para aliviar sentimientos negativos a través de técnicas como la oración, el canto o las reuniones espirituales conocidas como retiros. Por ejemplo, el suicidio es menos frecuente en aquellas personas involucradas activamente y con verdadera convicción en prácticas religiosas.

La espiritualidad mediante una creencia religiosa ayuda a algunas personas a lidiar con la angustia o la enfermedad mental. La espiritualidad puede traer una sensación de estar conectado a algo más grande que sí mismo y puede proporcionar una manera de hacer frente a la vida.

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