El matrimonio de las parejas del mismo sexo

César Tulio Laserna Ruiz

El Congreso de Colombia se va a ocupar en la presente legislatura del matrimonio de las parejas del mismo sexo, para nuestro concepto esa es la institución apropiada, cualquiera que sea la idea que tengamos de la misma, puesto que nada es perfecto y entendemos que es una de las más cuestionadas. Sea como sea es la que tiene para el efecto nuestro sistema democrático. Se espera que en este recinto se haga un estudio detallado, tranquilo, ponderado del asunto y ojala con la participación de la ciudadanía mediante audiencias. Esto no puede quedar en manos de La Corte Constitucional porque no le corresponde, lo suyo es hacer un control posterior y no legislar en forma directa. Tampoco se justifica acudir al constituyente primario, puesto que quedaríamos ante la dictadura de la mayoría sobre la minoría y a eso se agrega el costo de una convocatoria de este estilo. Hay que evitar que se dé la dictadura en comento, en donde a muchos de sus integrantes en un momento dado no le interesa el tema, que es el riesgo que se corre al acudir al pueblo en forma directa. Eso mismo puede decirse, guardadas las proporciones, en lo que tiene que ver con las corridas de toros, los dos aspectos le corresponden al Congreso. En buena parte del mundo ya está definido el aspecto de que me estoy ocupando hoy, a las parejas del mismo sexo se les da un tratamiento igual al que se le da a las parejas heterosexuales. Como ya lo dije en una columna publicada hace algún tiempo, el homosexualismo no es una enfermedad, es algo que va con la naturaleza nuestray la de los animales mamíferos en general. Eso si en forma minoritaria tratándose en los humanos.Esto ha ocurrido en todos los tiempos, no es un signo del fin del mundo ni cosa por el estilo, lo que sucede es que hoy los medios de comunicación son los que ponen sobre la palestra lo que se viene dandoen todo el mundo. Vale decir que la persona que tiene esa tendencia la está aceptando sin tapujos y además lo está reclamando como un derecho. Lo cual es de buen recibo y por lo tanto no se debe impedir.

A las iglesias, especialmente a la Católica, hay que escucharlas, claro que sí, como opinión más y eso por formar parte de una sociedad organizada. Los grupos que tienenuna idea favorable y/o desfavorable, tienen derecho a emitir su punto de vista. El señor Procurador actual tiene derecho a sostener su tesis poniendo de presente sus argumentos, solamente a eso. Reitero que es el Congreso en su dinámica y forma de actuar el que debe decir. Eso sí, hay que dejar establecido que una cosa es el matrimonio en comento, al cual apoyamos y otra cosa muy distinta el derecho a la adopción por estas parejas, a lo cual nos oponemos. Eso no es posible, el derecho que cuenta ya no es el de las parejas y sí el de los menores.

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