Modelando sociedad: Universidad de Ibagué

Polidoro Villa Hernández

Una inspirada significación del término utopía debería estimularnos: Utopía es un espacio real donde podemos construir proyectos en apariencia imposibles, simplemente esforzándonos para que las cosas que deban hacerse bien, se hagan bien.

Quizá iluminados por esta concepción y alentados por la convicción de que al impulsar la educación se edifica sociedad, un grupo de líderes cívicos y empresariales soñó e hizo realidad el ambicioso proyecto de la Universidad de Ibagué, entidad sin ánimo de lucro que este mes cumple 35 años de vida, plena de sólidos valores institucionales.

Es laudable su balance: miles de jóvenes egresados como profesionales; educación de alta calidad; imagen nacional e internacional de eficiencia y credibilidad; sinérgica interacción con el sector empresarial, responsabilidad social en la búsqueda de soluciones a los problemas locales y regionales, y una transparente gestión administrativa.

El altruista objetivo que animó a los fundadores a ampliar la oferta académica en el Tolima con opciones de educación superior para la mujer y la incorporación de profesionales de la región a la fuerza laboral se ha cumplido con creces. Las posibilidades que ofrece en las diferentes disciplinas del saber en maestrías, pregrados, especializaciones, tecnologías e intercambios internacionales han permitido a muchos jóvenes acceder a la universidad, y con ello ensanchar sus horizontes y dignificar sus vidas.

En un campus rodeado de naturaleza, tranquilo y ordenado, que brinda actividades académicas, culturales y deportivas, donde se respeta y se es respetado, el estudiante de Unibagué percibe que logrará sin zozobra su desarrollo integral como ser humano y como profesional. Como resultado, entidades y empresarios que vinculan a su gestión o negocios a profesionales titulados por la Universidad muestran alto grado de satisfacción por la idoneidad y actitud positiva de estos. Esta aceptación facilita la inserción laboral de los egresados, muchos de los cuales ocupan hoy importantes posiciones.

Merece destacarse que Unibagué, además de transmitir conocimientos profesionales, científicos y tecnológicos, infunde entre sus estudiantes una cultura de buen liderazgo -que mucho necesita la región-, con valores humanistas, posiciones éticas, sentido crítico, talante emprendedor, y consciencia de la responsabilidad social que tienen con el país.

Reconocida su labor académica -que registra 11 programas acreditados de alta calidad, y que tiene en proceso la acreditación Institucional-, Unibagué se consolida como ejemplo palpable de que cualquier proyecto puede prosperar en el Tolima y beneficiar la comunidad, si es guiado por dirigentes honestos que estén sinceramente comprometidos con el desarrollo económico y social de la región.

Todos sus rectores, profesores y empleados, merecen crédito por su aporte a este proyecto educativo. A las actuales autoridades universitarias, doctor Eduardo Aldana Valdés, tolimense gestor de buenas iniciativas en el país y el departamento, y al doctor Alfonso Reyes Alvarado, rector de respetable trayectoria, se les debe la gestión que ha llevado a la universidad al nivel de excelencia académica que hoy enorgullece a los tolimenses.

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