Injusticia

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

El colmo. ¿Hasta dónde llega la persecución política a la eficiencia, la buena planeación, la transparencia, la excelente inversión de los dineros públicos, el apoyo al deporte y el mejor asesoromierdismo? Que una empresa investigadora de opinión pública que hace investigaciones serias sobre el tema en el país haya calificado de malo, o pésimo, el desempeño de la primera autoridad que deja esta ciudad limpia y hermosa. Desinformados, malintencionados, cínicos, desvergonzados. Imbéciles y solemnes hijuemierdistas.

La ciudadanía tiene derecho a protestar por esa injusticia tan grande, en la gran marcha en la cual cada participante lucirá un babero con los colores de la bandera de Ibagué. Ni han se sabe por qué los organizadores dicen que no aceptarán financiación de Anglold, Toledo y Fierro.

No es por muy, pero no hay derecho para que a quien los soplafuelles vendieron como el mejor, hoy sea clasificado con el peor, así ahora consideren un honor ocupar el primer puesto de la cola y/o del rabo de paja. Un santo condenado por blasfemo. ¡Dios mío!, o de quien sea, no permita que el diablo se tire la beatificación. Ya le están haciendo un monumento que va a venir a bendecir Papacho. Algo más importante que el desplante del presidente o la negativa del Artista Santiago a hacer el ridículo y participar en la rechifla al del discurso no pronunciado.

El hoy injustamente calificado es la reencarnación del doctor Goyeneche, del dentista Forero La Torre y de Badana y merece reconocimiento por su gestión, que algunos llaman indigestión moral de una etapa en la cual la ética se mandó al beque, donde reposa la producción intelectual de unos asesores que por falta de unos créditos escolares los graduaron de analfabestias en gestión pública. Se espera que con la pavimentación del rio Combeima, la cornisa de Juntas al Conservatorio, el teleférico de la Alcaldía a la cárcel de Picaleña y el teleférico subterráneo del parque del Centenario a San Bernardo, los asesores hagan una buena campaña de publicidad para sacar del sótano a quien el babero le impide caminar para adelante por aquello de falta de herraduras. Claro que va a ser como esperar un parto de mula. Y de mulas está lleno el coso de los que llaman Alcaldía.

* Ñapa.- Son varios los alcaldes salientes que se lo están sacando al empalme que es obligatorio y ningún organismo de control se da por aludido.

Comentarios