Lecciones de un grande

Columnista Invitado

Consultor en publicidad y comunicaciones

Hay cifras importantes que pasan desapercibidas, sobre todo cuando pertenecen a un grande, otras no representan nada o por el contrario generan importantes debates y análisis. Recientemente, medios económicos hablaron tímidamente de una cifra reportada por una de las marcas más admiradas del mundo. Apple, presentó el pasado 30 de abril sus resultados financieros correspondientes a su primer semestre, en el que se refleja cómo sus ventas caen en un 7 %, como consecuencia del decrecimiento en la rotación de sus teléfonos iPhone.

La firma pasó de ganar 33.887 millones de dólares a 31.526 millones, en el mismo periodo del año anterior. Si bien es cierto, sus ingresos provienen también de otros ítems, servicios (15,7 %), ordenadores Mac (9 %), relojes y accesorios (8,7 %) y los iPads (8,2 %), los iPhone representan el 58,3 % de las ventas, la principal fuente de ganancias de Apple, y esto no debe tener muy tranquilos a sus directivos.

Los sonados lanzamientos de la marca, que en el pasado nos acostumbraron a novedades relevantes, han estado en deuda y no han llegado al consumidor como lo hacían en el pasado: un mensaje que conectaba y un producto que convencía.

Los teléfonos iPhone se publicitan como lo enseñó el legendario Stive Jobs, haciéndose desear y afirmando que es un teléfono diferente para personas que piensan diferente. Parece ser que se han quedado en lo primero. Vemos teléfonos Samsumg y Huawei con funciones que quizás promulgó primero Apple, pero que ahora estos últimos lo hacen mejor en aspectos de seguridad y multimedia. Para no ir tan lejos el asistente de voz Alexa recibe mejores calificaciones por parte de los usuarios que el mismo Siri.

Hoy, marcas como Samsumg y Huawei, se han preocupado por incorporar más y mejores novedades como: reconocimiento facial, múltiple conexión con operadores de telefonía y cámaras de mejor calidad fotográfica; por nombrar algunas.

Es probable que Apple dejó de sorprender a sus clientes y se confió en el trabajo del pasado. Entre tanto, Samsumg y Huawei se toman las avenidas más transitadas del mundo en ciudades como New York, París, Madrid y Roma, con un mensaje claro: mejor capacidad, mejor diseño y mejor precio.

Las grandes compañías están en una “carrera contra reloj” para ganar o recuperar terreno, y en este propósito es fácil omitir lo básico y lo importante. Esta es una lección de un grande para todas las empresas: las nuevas tendencias del mercado que han puesto la atención en los comportamientos del consumidor, no pueden obviar algunas de las tradicionales P del marketing: producto, plaza y precio. Si la competencia lo tiene claro, y además, no cede terreno en el campo de la innovación y la comunicación, es hora de tomar acciones.

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