La democracia es un riesgo social

María Yolanda Jaramillo G.

Hemos pasado el momento en el cual, se toma la principal de las decisiones políticas en una democracia como la nuestra, las elecciones. Los análisis de sus resultados, desde muchos puntos de vista (participación, alianzas, partidos políticos, etc) nos muestran varias tendencias; muchos opinan que hubo un avance de la participación democrática, otros al contrario, que la participación democrática se debilitó; el voto en blanco aumentó, como censura de gran inconformidad, lo cual, en un país en avanzada hacia la democracia es preocupante, igualmente sigue el abstencionismo, como mal de siempre. Reflexionemos un poco sobre el sentido esencial de la democracia.

Para los griegos la democracia no significa instituir el mandato del pueblo (como muchos e importantes personajes piensan) sino preocuparse de evitar el peligro de la “tiranía”, se registra una paradoja de la democracia, al establecerse el “ostracismo”, perseguir a quien se consideraba tenía demasiada popularidad, lo cual significaba exponerse al peligro de un poder tirano, (si era necesario lo expulsaban) para ellos, lo máximo era tener libertades, lo cual, en toda sociedad genera problemas, contradicciones, dificultades y aún paradojas como la famosa frase de Churchill “la democracia es la peor forma de gobierno, con la excepción de todas las demás, que son todavía peores”.

Si consideramos que la máxima aspiración del ideal democrático, es la completa identificación entre gobernantes y gobernados, se convierte en un ideal imposible de alcanzar, por lo demás a mediano tiempo, por consiguiente se crean referentes en las democracias, por ejemplo, se aceptan que las decisiones sean tomadas por mayorías (dictadura de la mayoría), no es conveniente, pero se necesita para obtener un mayor consenso.

Igualmente están los grupos corporativos de elección popular, Congreso, Asambleas, Concejos y la JAL, como grupos de representación en la toma de decisiones. La democracia exige ser entendida, su definición nos aclara su razón de ser, comparto unas: Tocqueville “atribuir el epíteto de gobierno democrático a un gobierno, en el cual, no existe libertad política, es pronunciar un absurdo”, Georges Vedel “es el gobierno de la mayoría, respetando los derechos de la minoría y también como el gobierno de los partidos por oposición a las dictaduras, que son regímenes de un hombre”.

Las teorías nos trazan caminos pero la legitimidad de toda democracia, depende de como responden los elegidos al poder concedido por las mayorías en las urnas, esperamos que los electos gobernadores y alcaldes marquen derroteros que permitan realmente posicionarnos hacia la verdadera democracia. Es nuestro deber seguirles el paso y ejercer influencia en ellos, para impedir que modelen la comunidad a imagen de sus teorías, sino que busquen siempre El Bien Común.

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