¿Hasta cuando, señor Presidente?

Rafael Aguja Sanabria

La República de Colombia, en cuanto país libre, soberano, constitucional y social de derecho, tiene actualmente múltiples problemas, unos heredados desde la colonia española y muchos nuevos, que afectan de una u otra manera la institucionalidad, entre otros, posiblemente los más graves, la estabilización de la paz, la implementación del acuerdo convenido entre el Estado y las exFarc-Ep, la propiedad y tenencia de la tierra, la educación pública para todos y como si esto fuera poco el uso abusivo por parte de los congresistas de la potestad legislativa, procurando siempre crear nuevos delitos y aumentar las penas existentes.

A todo lo anterior se agrega que en la actualidad, especialmente a partir del 7 de agosto de 2.018, no tenemos un gobierno de Estado sino un gobierno de partido y el partido gubernamental tiene y actúa conforme a sus propias apetencias que no son, precisamente, las del pueblo y en su programa no está solucionar los angustiantes problemas que agobian a las clases populares de pueblos y campo, procurando siempre aducir pretextos de justificación para no actuar.

Ejemplo visible y palpable de lo anterior, es que el gobierno, encabezado por el presidente Iván Duque Márquez, poco o nada le ha importado la “minga indígena” que se ha venido desarrollando en el departamento del Cauca pero que afecta de manera directa a los departamentos de Nariño y Valle del Cauca y también al suroccidente del departamento del Huila y las comunicaciones con el departamento del Caquetá. Posiblemente el primer mandatario no quiera, por las razones que sean, “untarse de indio”, llegando al extremo de negarse a recibir las comisiones de personajes y de bases nativas que han querido comunicarse directamente con él.

A todo lo anterior hay que agregar que ya nos encontramos en plena campaña electoral para renovar gobernaciones, alcaldías, asambleas departamentales y concejos municipales y ¿qué ofrecen los candidatos y “candidotes” del partido de gobierno, aparte de ansias ilimitadas de poder?

Así las cosas, nos preguntamos, ¿hasta cuándo tenemos que esperar que el presidente Iván Duque Márquez asuma la responsabilidad de solucionar el problema de “bloqueo de vías” del departamento del Cauca y los atávicos problemas de las comunidades indígenas comprometidas con el actual movimiento que llevan a cabo?, o ¿será que está esperando que el Fiscal General de la Nación le preste una “ayudita” capturando, imputando y encarcelando más indios, como ya lo viene haciendo?

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