Panóptico y reencuentro tolimense

Alberto Bejarano Ávila

El 24 de octubre END editorializó sobre “el incierto destino del panóptico de Ibagué”, lugar emblemático que desde hace varios lustros se convirtió en otro ejemplo de ineficiencia en la gestión pública porque ni se termina su remodelación, ni sabemos cuánto costará al final, ni es claro en que se utilizarán sus instalaciones.
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El editorial señalado obliga a recordar que desde hace algunos meses he venido sugiriendo que “el Panóptico” sea la sede de la “Casa de las Colonias Municipales del Tolima”, idea que podría sustentar si el Alcalde y el Concejo de Ibagué tuviesen interés en cohesionar a la hoy fragmentada sociedad tolimense.

Expongo brevemente las razones por las cuales “el panóptico” debe ser el sitio de encuentro permanente de todos los tolimenses, o lo mismo, de sus organizaciones sociales, su aparato económico, la administración departamental y las administraciones municipales.

Veamos: No erraré por mucho si digo que en Ibagué reside cerca del 35% de las personas nacidas en cada uno de los demás 46 municipios del Tolima y que tal fenómeno sociológico es ignorado o no importa a quienes no ven en ésta verdad histórico-social un subyacente y constructivo tejido social que permitiría dinamizar en serio y eficazmente el desarrollo tolimense.

Todos y cada uno de los 46 municipios tolimenses tiene arraigo y vida en Ibagué y por tanto la capital es hoy, de hecho, simbiosis de memorias históricas y de identidades municipalistas y por ello esta singular circunstancia es un enorme potencial para reconstruir el tejido social y la diversidad cultural y así fortalecer la identidad y, desde una identidad sólida, reconstruir la economía con enfoque de desarrollo endógeno.

Desde Ibagué puede reconstruirse social, cultural y económicamente al Tolima si se entiende que la cohesión social es vital para hacer real la visión y el esfuerzo colectivo por el futuro y que la cohesión no brota sola, se siembra.

No es utopía ver en el “Panóptico” (lugar ideal por sus connotaciones históricas) tallados 49 escudos y ondear 49 banderas municipales (incluidos los símbolos del Tolima y Colombia); ver 47 emisarios pagados por cada municipio y el departamento; ver el padrón de cada una de las colonias; ver auditorios con agenda copada de talleres sobre temas capitales de cada municipio, audiovisuales, exposiciones de arte, muestras culturales, presentación de obras literarias, ruedas de negocios; ver que desde allí invitan a fiestas del retorno, a convites de solidaridad en momentos de emergencias, a justas deportivas intermunicipales. En fin…

Ampliando esta idea el Alcalde y el Concejo municipal de Ibagué podrían convocar a los 46 alcaldes y concejos municipales a aprobar un acuerdo mediante el cual se promoverá, en el municipio capital, la organización de su colonia y se autoriza al alcalde para participar de la creación, financiación y gestión de “la Casa de las Colonias Tolimenses”, organismo con sede en el “Panóptico de Ibagué”, iniciativa que podría complementarse con congresos anuales de alcaldes, concejos y colonias. Quizás un día el Tolima sea ejemplo positivo para Colombia.

ALBERTO BEJARANO ÁVILA

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