Sencilla complejidad (I)
En espacios donde es posible suelo decir que, desde mi óptica, cambiar el rumbo del Tolima es asunto sencillo y, ante tal afirmación, el cómo hacerlo es pregunta que siempre surge. Lo confieso, ahí es donde se enreda la cosa, pues tengo que decir que la respuesta es compleja, o mejor, que una sencilla complejidad cambiaría el rumbo tolimense, opinión que sostengo alegando que es como explicar una receta de cocina, labor que exige método y paciencia y claro, tal respuesta no compite con el facilismo casuístico, la falsa promesa o el lugar común y de ahí, creo, el desinterés para conversar sobre esa sencilla complejidad.