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Ojalá los sectores políticos de la derecha no persistan en proyectos para modificación del Acuerdo de Paz –especialmente la JEP- porque ello acentuaría la polarización y dificultaría la discusión y tránsito de la reforma tributaria que sería deseable tuviera un alto nivel de consenso social y político. Este ya es un año electoral, sin ninguna duda. Pero será en el segundo semestre donde el tema electoral sea prioritario en el debate. ¿Cómo se comienzan a estructurar las esperadas tres coaliciones políticas para presentar candidatos a la Presidencia? –La de la derecha, la del centro y la de la izquierda-, aproximándose a quiénes las van a conformar, cómo será el procedimiento de escogencia del candidato; si en elecciones a Congreso cada fuerza o partido político va con listas propias o si se buscan igualmente que hayan listas que reflejen la composición de esas coaliciones –esto parece menos probable, porque partidos tradicionales como el Liberal, el Conservador y seguramente el partido Centro Democrático buscarán hacerse contar de manera individual-.
En el campo de la política exterior, el gobierno Duque tendrá el desafío acerca de cómo ‘ajustar’ la misma, que se había diseñado, a tono con la derecha ‘trumpista’ norteamericana, a las nuevas realidades políticas del gobierno demócrata del presidente Biden y su vicepresidenta Harris; un gobierno que ha anunciado cambios en política exterior frente al aislacionismo que pretendió el gobierno Trump y sus relaciones en temas sensibles. En cuanto a la región será muy importante analizar los cambios que seguramente se harán en relación con Cuba –retomando la senda iniciada en el gobierno Obama-, igualmente apuntando a revitalizar salidas concertadas y realistas frente al caso venezolano, seguramente buscando involucrar otros actores globales –además de la Unión Europea, incluyendo a China, Rusia- y regionales –más allá del llamado ‘grupo de Lima’ involucrando actores como México, Argentina, Bolivia-.
Frente a todo ello, el actual gobierno colombiano, que centró buena parte de su política exterior en aislar al actual gobierno venezolano, debe revisar cómo se va a reacomodar en estas nuevas circunstancias. Es absolutamente prioritaria una estrategia eficaz para parar el asesinato de excombatientes de Farc y líderes y lideresas sociales. Y un último tema que será altamente sensible, será el de las fumigaciones con glifosato como estrategia para la erradicación de cultivos de uso ilícito; ¿por qué no aprender de la experiencia considerada por Mindefensa como exitosa este año y profundizarla?
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