Seguiremos enfrentando las amenazas de la democracia

Miguel Ángel Barreto

Ciento setenta años de historia siendo uno de los bastiones de la democracia nacional es motivo de orgullo para el Partido Conservador Colombiano (PCC) y el país en general. Solamente las grandes instituciones sobreviven a las dificultades del espacio-tiempo, a las vicisitudes de la política, a los retos de la democracia y especialmente al cambio generacional. Que hubo y hay problemas, crisis y resistencias es normal y no se pueden desconocer- ¿Qué partido o movimiento político en el mundo no las ha sufrido?

A 30 años de completar dos siglos, el éxito del PCC radica en varios factores, entre estos, el absoluto convencimiento de que el cumplimiento de la ley está por encima de todos los poderes del Estado, principio básico heredado de los padres de la democracia estadounidense. Igualmente, la búsqueda de la liberalidad racional ha sido un faro para apostar por las instituciones educativas, heredado por la ilustración francesa y replicada por los héroes independentistas. Es el único partido que ha defendido la familia, como célula y base fundamental de la sociedad, sin desconocer otros pensamientos y respetando siempre la dignidad humana y la diferencia.

En materia de defensa nacional y seguridad siempre ha apoyado el fortalecimiento de nuestras Fuerzas Militares, no solo como lo hace occidente, sino como lo cumplen países distantes ideológicamente como China, Rusia e India. Salvaguardar las fronteras y fortalecer la autoridad (no el autoritarismo) hacen parte de la génesis de cualquier nación.

Más allá del mal denominado ‘guerrerismo’, Colombia sigue enfrentado hoy el terrorismo proveniente del narcotráfico, los grupos alzados en armas, la delincuencia organizada, situaciones ante las cuales el PCC ha cerrado filas para preservar el orden en el territorio y garantizar la convivencia a nuestros ciudadanos.

En materia económica siempre se ha actuado con la mayor responsabilidad posible. Buena parte de la política monetaria, el manejo de la Hacienda Pública, las instituciones agropecuarias, la producción nacional, la garantía de oferta y la demanda, la inversión pública, la propiedad privada para garantizar los derechos de generación de riqueza en igualdad de condiciones y la seguridad jurídica, son legados por los que el partido ha luchado en toda su historia y garantizado desde sus políticas gubernamentales, a través de sus expresidentes y desde el Congreso, muy a pesar de lo disfuncional que resulta la gobernabilidad por diferentes choques sociales, políticos y culturales.

En el caso del Tolima, y abriendo un paréntesis, en los últimos 20 años el partido Conservador ha sido el de mayor cercanía con las necesidades de la gente. Sin embargo, los retos tanto en el ámbito regional como nacional, están a la orden del día. El medio ambiente, por ejemplo, tiene que convertirse en una prioridad para el universo político de la Nación. La minería debe quedar prohibida cuando amenace los activos ambientales de los territorios.

Muy distante de quienes piensan que el partido está en su ocaso, creo que sigue en disposición para seguir abordando las problemáticas de nuestra realidad y aportando soluciones pragmáticas y consecuentes con nuestra peculiar realidad. Reconozco que los movimientos tradicionales tienen enormes dificultades para acercarse a lo más jóvenes, quienes tienen otra percepción del mundo y la sociedad. No obstante, hay bastante madera en los conservadores para seguir combatiendo las brechas sociales y avanzar en la atención de las Necesidades Básicas Insatisfechas. Seguimos comprometidos en proteger la producción nacional (Industria y agro), la generación de oportunidades de empleo, en estimular la Ciencia y la Tecnología en todas las actividades productivas, en garantizar la libre competencia, en disminuir la pobreza monetaria, estimular la inversión y la autonomía regional.

Ese difícil camino para conquistar una sociedad más incluyente, económicamente más activa y desarrollada, como dirían nuestros respetados campesinos, “aún es largo y culebrero”; por eso, desde el PCC seguiremos como siempre enfrentando las amenazas de la democracia y los retos de este nuevo siglo.

Senador

Comentarios