No haré referencia aquí sobre las leyes que reconocen derechos a las mujeres, no las citaré para posar como el gran conocedor de las normas o para tratar de ponerme postizamente en una posición “políticamente correcta”, pues la doble moral en nuestro país, es pan de cada día, mucho se ha avanzado en el reconocimiento de derechos de la mujer, pero del reconocimiento, que se queda en el papel y en los discursos a los hechos, aún hay un gran tramo por recorrer.
Todas las mujeres con las cuales he tenido que compartir en mi vida, me han dejado la enorme enseñanza, que sin duda, la mujer es factor determinante en el desarrollo positivo del contexto en el que se encuentre, ellas también saben de mi defensa, y reconocimiento a sus derechos, pero sobre todo de los hechos que contundentemente he generado para garantizar realmente sus derechos.
En el gobierno que lidero la mujer tiene la mayoría de las posiciones en los cargos directivos y de gabinete, con ellas trabajo muy bien, lo hacemos incansablemente; la mujer tolimense es sinónimo de lealtad, sacrificio, trabajo, amor y lucha incesante por su familia y las buenas causas. Aún tenemos la tarea no solo de generar más espacios para ellas, sino de hacerles creer de lo que son capaces, de lo que se merecen y de todo lo que nos pueden ayudar a reconstruir esta maltrecha sociedad.
Estoy convencido como creyente, que el ejemplo de María, la madre de Jesús nuestro Dios, nos guiará en el camino para fomentar y desarrollar espacios propicios y pertinentes para la mujer tolimense y colombiana, nada nos detendrá y nada nos distraerá en este propósito.
Más allá del discurso, quienes ostentamos una dignidad, estamos obligados a hacer realidad los sueños de miles y millones de mujeres en el Tolima y en Colombia, no pueden seguir las mujeres siendo utilizadas, sometidas o tratadas como inferiores, hoy por hoy y ante las circunstancias disfuncionales que vivimos, urgentemente necesitamos la participación activa de la mujer, sus propósitos, que están conectados con la realidad y su sensibilidad, que nos garantizarán en lealtad unos mejores réditos sociales.
Nota: Doris Morera de Castro, es orgullo para la mujer tolimense y para la música colombiana, como Gobernador hago público reconocimiento y homenaje, por ser ejemplo de mujer tolimense, para las nuevas generaciones, que deben tener en ella, referentes de disciplina, entrega por las convicciones y amor por nuestra riqueza musical.
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