De los jóvenes y los nuevos liderazgos

Óscar Barreto Quiroga

“La juventud no es un estado del tiempo sino un estado de ánimo”, “lástima que uno se vuelva viejo tan demasiado pronto y sabio tan demasiado tarde”, son algunas máximas que hemos escuchado o leído y que aplican para la vida y la política, lo cierto es que nuestra actualidad y nuestro departamento, nos imponen retos enormes, uno de ellos es el impulso, la promoción de los jóvenes, de las nuevas generaciones de liderazgos, que impriman una dinámica distinta a la sociedad, tal y como lo he hecho en este gobierno.

No puede ser que las oportunidades siempre las tengan los mismos, quienes traerían lo mismo de antes, con viejas y mal sanas costumbres enquistadas que deben extirparse, simplemente pasar, hay que saber cuando retirarse, cuando dar un paso al costado y es allí cuando también se debe reconocer a quienes han recorrido un camino, quienes han abierto la trocha para que las nuevas generaciones de líderes transiten por la autopista, reconocer quienes nos dejan conocimiento y experiencia, pero que también deben dejar humildad y nobleza que abra paso, que nos enseñe cómo transmitir, cómo relevar.

Como la riqueza, los espacios de poder no pueden ser privilegio de unos pocos, lo que permite una sociedad en evolución es abrir espacios con generosidad, más allá de las discusiones ideológicas o las identidades que ponen color a las personas, concibo una nueva sociedad, donde quienes sean capaces, aquellos que tengan conocimiento y como principios la disciplina, el sacrificio y el amor por los demás, sean quienes avancen sin inconvenientes, a orientar los destinos de nuestra Ibagué, el Tolima y Colombia, la mediocridad debe quedar desterrada de la política, los gobiernos y la empresa privada.

La tiranía de la mediocridad, no puede unirse a la cultura de la vida y el dinero fácil que nos dejó el narcotráfico, para infectar a los jóvenes y las nuevas generaciones de liderazgos, debemos enviar el mensaje, el ejemplo sobre el estilo del hacer, de la disciplina y el sacrificio, para que ellos, los jóvenes y los nuevos líderes emprendan su propio camino, un camino que los lleve a construir un Tolima abierto, incluyente, convergente, participativo y con preferencia por lo social.

Comentarios