Mi posición sobre el centralismo exagerado en nuestro país ha sido franca, me opuse a la ley de regalías, en su momento con un amplio costo político, cálculos que jamás me han interesado a la hora de defender los intereses de los ciudadanos. He dicho desde mis inicios en la política que Bogotá aun no reconoce que el poder del país, la riqueza del país, está en potenciar las regiones. No se puede seguir mirando con desdén, desde los escritorios de la capital a la provincia; es con los pies en el territorio, con la evidencia práctica, con la vivencia popular, con la realidad, que se debe administrar y gobernar.
Llegó la hora del poder regional, del reconocimiento capitalino sobre las regiones, aquí construimos el futuro del país, una problemática estructural se soluciona con una estrategia estructural, los esquemas asociativos no pueden verse solo como la reunión de grupos focalizados alineando voluntades políticas para producir o especializar un territorio en temas específicos, caso que hemos potenciado en el gobierno que oriento con experiencias muy exitosas, debe hablarse además de los “Modelos o Esquemas Asociativos de Integración para el Desarrollo”, como los que se plantean en la Ley 1454 de 2011, LOOT - Ley de ordenamiento territorial, como organizaciones administrativas que integren y dinamicen la economía y el desarrollo de acuerdo a su vocación, a su identidad cultural a su posición geográfica, para convertir nuestros territorios en territorios funcionales.
Hemos avanzado en el Tolima como territorio integrado, perteneciendo a RAPE, cimentamos las bases de unos mejores contextos identificando productos y servicios, mejorando su calidad y procesos, además identificamos regiones que dinamizan nuestra economía, ampliamos nuestro portafolio de servicios del Tolima, como territorio funcional, como territorio de inversión, como alternativa de hábitat y como opción de vida para muchos. Pero se hace necesario aún seguir trabajando más en promover el territorio, nuestra identidad, nuestra cultura y costumbres, articular la API Agencia de Promoción de Inversiones, como un Protolima que se enfoque y especialice en mostrar las bondades y vocaciones de un territorio articulado y sobre todo especializado en temas que suplan necesidades regionales.
Tenemos una juventud llena de sueños, con escasas oportunidades, a la que debemos seguirle aportando en su proyecto de vida con enfoque en el territorio y en el hacer. Es mi deber como líder promover este tipo de escenarios en pro del crecimiento económico y en especial de la dignificación económica de los tolimenses, pero nuestro gran proyecto debe ser preparar mejores seres humanos, con valores, visión y con mucho arraigo por nuestro Tolima.
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