El poder de las regiones II

Óscar Barreto Quiroga

Desde lo administrativo hice un esbozo en la anterior columna sobre “regionalización” y sobre “el poder de las regiones”, recibí tantas llamadas y mensajes, que sin duda me inquietan habida cuenta del sentimiento de la gente, respecto al país que quieren; la gente está cansada de la polarización, la gente no quiere salir a marchar para conseguir trabajo, quiere trabajo, la gente está cansada de ir a las urgencias de las clínicas y hospitales por sus afugias de salud, quiere una salud plena, los jóvenes quisieran tener oportunidades, espacios, educación, sé que ellos no quieren estar en las drogas o en el mal ocio, son víctimas de la cadena perversa del negocio de las drogas y de una sociedad que aún es pírrica en ofertarles calidad de vida, para que ellos como lo he dicho, definan y desarrollen más que sus gustos, su proyecto de vida. Nuestro modelo centralista de estado, es un modelo fallido, es un pliego tipo construido desde Bogotá, sin las medidas para cada región, su cultura, su historia, su riqueza y su gente. 

La ideologización de los modelos económicos, la ideologización de los temas importantes como el medio ambiente, la seguridad, el empleo y la salud, para ponerlos como propiedad de la izquierda o la derecha, le han hecho y le hacen mucho daño al país, esta maldita polarización en la que nos han metido, para obtener réditos electorales, apasiona a los colombianos, muchos hasta enfrentarlos para atentar contra sus propias integridades; esa es la Colombia que no somos, ni la que puede ser. Dije en mi columna pasada que, llegó la hora de empezar a construir un nuevo país; el poder regional, los líderes políticos regionales, se abren paso como una nueva expresión política basada en experiencia real y en vivencias tangibles, el país los necesita, muchos los hay de expresiones políticas diferentes y de distintos partidos, pero con un gran trabajo, con los pies en el territorio, no en los escritorios y conocedores de la real, realidad del país. 

“El poder de las regiones” debe presentar una alternativa distinta al país, basada en una propuesta de estado menos centralista, que reconozca en la diversidad de la cultura, la riqueza natural, la historia y las ventajas comparativas de cada región, la amalgama perfecta para construir un país distinto, un país mejor, debe ser una propuesta de país sin afanes electorales, debe ser una alternativa de innovación con amplio contenido de equidad, legalidad, justicia social y hechos reales. Los colombianos ya no aguantan más odios, ni cuentos, ni engaños, no podemos seguir siendo pobres en medio de la riqueza, en otros países son ricos en medio de la pobreza, llegó la hora del HACER. 

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