Nosotros, los tres millones de tolimenses (II)

Alberto Bejarano Ávila

El Tolima tiene 47 municipios físicos e Ibagué 46 municipios virtuales. Con esta afirmación inicio la segunda parte del escrito anterior (título ídem) para sumar, de modo propositivo, los “1.5 millones” de tolimenses que habitamos la región a los “1.5 millones” que tuvieron que partir y así totalizar una lectura sociológica tolimensista que los planificadores podrían acoger para idear un firme esbozo estratégico-social que rescate los conceptos de equidad y bienestar social de la vacía retórica electoral que, como “Sherazade” astuta, cada día nos “echa” uno de sus mil y un cuentos para preservar dominios y evadir muertes políticas.

Una extrapolación empírica (que la academia debería examinar) lleva a concluir que, de la población nativa de cada uno de los otros 46 municipios tolimenses, cerca del 35% habita en Ibagué. Esta realidad, difusa para quien sólo ve el orden social con lente electoral, nos permite afirmar que esos 46 municipios tienen raíz virtual en Ibagué, hecho que revelaría palmariamente una singular formación histórica de nuestro hábitat y en consecuencia una potencialidad humana diversa que facilita pensar la cohesión social pluriterritorial como estrategia para reconstruir a Ibagué reconstruyendo social y económicamente al Tolima.

Esta visión de sociedad y contexto territorial facilita sugerir, como reiterada iniciativa, que el Alcalde de Ibagué y el Concejo Municipal, inviten a 46 alcaldes y concejos municipales a instituir en el municipio capital la colonia de cada uno de sus municipios y a crear el “Foro Permanente de Alcaldes y la Asamblea anual de Concejos Municipales”, para que todos los 47 municipios, como realidad sistémica y con sostenidas dinámicas sinérgicas en lo social, económico y ambiental, aseguren total correspondencia de las visiones, las estrategias y los planes de desarrollo de sus municipalidades con el plan de desarrollo departamental.

Por sus connotaciones históricas no es errado creer que el Panóptico, hoy “papa caliente”, es sitio ideal para fundar la Casa de las Colonias y sus 47 sedes, para levantar allí el padrón de cada colonia, tallar 49 escudos, ondear 49 banderas (sumo la de Colombia y el Tolima), invitar a fiestas vernáculas, llenar auditorios con tópicos vitales de los municipios, realizar convites solidarios, exhibir audiovisuales, presentar obras literarias y muestras culturales y lograr que desde allí empecemos a tejer una nueva región, autónoma y cohesionada.

Esta razonable y esperanzadora idea, tendría que convertirse en proyecto acordado entre el Municipio de Ibagué y la Gobernación del Tolima a efectos de concretarla, socializarla y, digamos que validar su aprobación, en “una minga de colonias municipales”. Por razones obvias a este proyecto debe adicionarse la conversión de los institutos de cultura en entes responsables de reconstruir e irradiar los valores identitarios del Tolima.

Tres millones de tolimenses unidos virtual y físicamente (“Casa de las Colonias”), con una visión común de progreso y una concurrente voluntad sinérgica, sería suceso decisivo para acercar la cultura regional a la modernidad, la globalización y la prosperidad social.

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