Política, economía, elecciones y desarrollo regional (I)

Alberto Bejarano Ávila

Asoma ya otra elección y uno se pregunta: ¿por qué el ajetreo electoral es igual o peor que los tantos ya vividos? ¿Por qué no evoluciona y si involuciona el cuasi democrático ejercicio político que es más causa que solución al rezago regional? ¿Por qué no se producen cambios de forma y contenido en el discurso político? ¿Por qué la elección de O27, que es territorial, ya orbita alrededor de barones electorales ajenos al Tolima y no en torno a leales liderazgos regionales? ¿Acaso nuestros líderes carecen de imaginación, ideas y personalidad política propias y sólo son escuderos de la rancia hidalguía política que medra en Bogotá?

Desde ópticas variopintas, estas preguntas son recurrentes en época electoral, pero jamás tuvieron respuesta y la aplanadora electorera siempre acaba pasando por encima de la sana lógica. Como dicen que “por su constancia la gota de agua rompe la piedra”, bueno es invitar a la intelectualidad tolimense y a la opinión pública a redescubrir o reinventar prontamente el sentido de lo político para la región y así responder la tan citada más no entendida ironía de fino calado del Maestro Echandía: ¿el poder para qué?

Meto baza y digo que el asunto se aclararía dándole valor a una ecuación simple: política + economía + elecciones = desarrollo regional. Veamos los factores de esta ecuación: grosso modo y como lorito, el candidato en campaña dice poseer ideas políticas con las cuales, de ser electo, remediará los graves problemas del Tolima. Aceptar que en el Tolima urgen ideas políticas no significa aceptar fábulas de quien, por lo general, es ignaro en soluciones y en cómo hacerlas realidad, es decir, tener candidatos no equivale a tener ideas políticas.

Por economía se entienden (es el paradigma más notorio) las soluciones que las autoridades económicas del país y los inversionistas privados “aportan desde arriba con largueza” para “generar empleo” (el ardid mayor). Frente a tal tesis surge, como antítesis, que “arriba” solo construyen monopolios, oligopolios y caudillismos, o lo mismo, plutocracia y hegemonías y que estas jamás nos invitaran a ser dueños de nada, sólo a sostener el statu quo. La dolorosa experiencia ya tendría que habernos enseñado que la auténtica economía debe construirse desde abajo (en la región), con ideas políticas propias y con nosotros como sus dueños.

De elecciones sí parece existir enorme experticia, pues “extasía” ver como un fulano común, sin saber que la democracia económica valida la democracia política y con narrativas tontas, obtiene miles de votos para luego salir, casi siempre, con cajas destempladas. Esta sinrazón es admitida por muchos electores, que luego votarán por ese mismo u otro zutano igual.

Corolario: si la política y la economía carecen de sentido y son dependientes y funestas, de suyo las elecciones son ideológicamente ilegítimas y estériles y por ello el atraso continuará. Enojoso pero así es, o tomamos las cosas en serio o nos jodimos de por vida. Sigue…

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