Decisiones de política cambiaria

Las decisiones de la Junta Directiva del Banco de la República en materia de política cambiaria ya no producen sorpresa, pues son totalmente predecibles, pero sí asombro porque parecen tomadas para unas circunstancias muy diferentes a las que atraviesa el país.

En su última sesión la Junta tomó la decisión sensata de no subir sus tasas de interés, pero también una decisión casi ininteligible en materia cambiaria.

Dice el comunicado oficial: “la Junta decidió habilitar el mecanismo de intervención cambiaria de opciones de volatilidad, calculado con base en el promedio móvil de orden 20 de la TRM, desviación de +/- 4 por ciento y un monto de US$200 millones. Esto reemplaza el mecanismo de intervención con subastas en el mercado “spot” autorizado en la Junta Directiva del mes de septiembre.”

Lo que está diciendo el Banco con este lenguaje críptico es que va a seguir reduciendo aún más su intervención en el mercado cambiario, dejando que sean los demás actores del mercado los que determinen la tasa de cambio con sus transacciones reales o especulativas.

Mala noticia para los productores colombianos, sobre todo en este momento en que se están fortaleciendo las presiones revaluacionistas y cae el precio del dólar.

¿Por qué interpretar esta medida como un recorte en la intervención cambiaria del Banco? Recordemos los antecedentes recientes.

El año pasado cuando los ingresos de capitales golondrina y el aumento de la deuda externa hizo caer el precio del dólar por debajo de mil 800 pesos, el Banco decidió intervenir en el mercado comprando 20 millones de dólares diarios.

La intervención sirvió y evitó una mayor revaluación, aunque hubiera sido mejor y más efectivo imponer controles a los ingresos de capitales o hacer las compras de dólares de manera discrecional y sin anuncios previos.

Hace un mes, cuando la incertidumbre en los mercados mundiales presionó la devaluación del dólar y llevó su precio por encima de mil 900 pesos, el Banco indicó al mercado que consideraba que ese era el nivel de equilibrio de la tasa de cambio, suspendió las compras diarias y le puso un techo al dólar al anunciar que saldría a subastar hasta 200 millones de dólares si la TRM subía más de 38 pesos en un día.

Ahora el Banco reemplaza el mecanismo de subastas, mediante el cual efectivamente vendía (o compraba) dólares en el mercado, por las “opciones de volatilidad”.

Estas son una especie de póliza de seguro mediante las cuales el Banco se compromete a vender (o comprar) dólares a una tasa de cambio determinada y cobra una pequeña prima por ese seguro.

Así no solo se disminuye la cantidad de dólares que el Banco transa en el mercado, sino que las opciones solo se ofrecen si la tasa de cambio ha tenido una variación mayor a 72 pesos en un día. El Banco está dejando que las “fuerzas del mercado” fijen el precio del dólar.

Es una lástima que estas decisiones que tienen tanto impacto sobre la economía no sean más discutidas y debatidas por los analistas económicos, pero sobre todo es inaceptable que el país no conozca las razones y argumentos tenidos en cuenta por la Junta del Banco para adoptarlas.

En efecto, en las minutas de la Junta de hace un mes ni siquiera se menciona la decisión de política de suspender las compras diarias de 20 millones de dólares, la cual solo fue anunciada en un comunicado de prensa.

Habrá que esperar las minutas de la reunión de octubre para ver si el país sigue sin saber por qué se toman ciertas decisiones de política cambiaria.

Credito
MAURICIO CABRERA GALVIS

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