Lo que no me gusta del Acuerdo

Mauricio Cabrera Galvis

Confieso que no me he leído todas las 297 páginas del “Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una Paz estable y duradera”; es farragoso y mamotrético, como diría León de Greiff. Si he leído con cuidado varías cartillas y resúmenes del Acuerdo, así como muchas de las críticas que le han hecho. Mi conclusión personal es que aunque hay cosas que no me gustan, son preferibles a que siga la guerra y que tiene toda la razón Humberto de la Calle, cuando dice que no es un Acuerdo perfecto, pero es el mejor de los posibles. Por eso voy a votar Sí a la Paz.

No me gusta que el Estado democrático no haya podido imponer todas sus reglas y condiciones como lo hubiera hecho a un enemigo derrotado en el campo de batalla, pero prefiero que esa guerrilla que durante 52 años intentó por las malas derrotar al Estado, ahora, por las buenas, reconozca las instituciones democráticas y se someta a ellas. Nos ahorramos muchos años de guerra y miles de muertos.

No me gusta que quienes han matado, secuestrado y cometido otros delitos no vayan a la cárcel, pero prefiero que confiesen la verdad y pidan perdón a sus víctimas. Hay menos impunidad después de los dramáticos encuentros de la familiares de los diputados del Valle con los guerrilleros que los asesinaron y ahora piden perdón, que con los promotores ocultos del paramilitarismo que nunca enfrentarán a la justicia.

No me gusta que lleguen al Congreso como concesión por dejar las armas, pero prefiero verlos defendiendo sus ideas y programas con palabras y discursos que tratando de imponerlos con fusiles y metrallas.

No me gusta que en este país con tantos pobres, a 10 mil guerrilleros les regalen ocho millones de pesos y un poco menos de un salario mínimo durante dos años. Pero prefiero eso a los 18 millones de pesos anuales por persona que costaría tenerlos en la cárcel, con la enorme probabilidad de que al salir volvieran a delinquir. Además, es mucho menos de lo que les dieron a 30 mil paramilitares a los que no les exigieron nada a cambio.

No me gustan algunos detalles del Acuerdo, pero tengo total confianza en que el excelente equipo negociador del Gobierno y los generales que durante tantos años combatieron a la guerrilla no hicieron concesiones ni entregaron nada que ponga en peligro la democracia colombiana. A ellos, de nuevo, gracias.

Comentarios