Coaliciones Electorales

Mauricio Cabrera Galvis

Asombra, pero no sorprende el anuncio de los dos expresidentes de conformar una coalición para las elecciones presidenciales del 2018. Asombra ver juntos y deponiendo sus egos a dos antiguos enemigos políticos, que se atacaron e insultaron mutuamente con agresividad e inquina. No sorprende, porque ya se habían juntado en la campaña del no, y porque para ambos es más fuerte su envidia y odio contra Santos que sus propias rencillas personales.

En principio esta coalición no le aporta mayor cosa a la fuerza política del Centro Democrático, antes le podría restar, porque es muy exigua la cauda electoral del expresidente del Caguán y muy grande su desprestigio, pero su objetivo es conformar una coalición mucho más amplia con todos los grupos políticos y religiosos que se unieron en la campaña del no a la paz y llegar con un solo candidato a la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

No les va a quedar fácil escoger al candidato único, pues es muy amplio el abanico de precandidatos, y más si se integran a la coalición el destituido exprocurador o Marta Lucia Ramírez. Lo que les resultará mucho más fácil es nombrar al gerente de la campaña pues ahí tienen a Juan Carlos Vélez para que intente repetir con el mismo éxito la estrategia de desinformación y mentiras con las que se provocó la indignación de la gente para que “saliera a votar verraca” por el no en el referendo.

De todas maneras, el anuncio de esta santa alianza de la derecha colombiana empieza a aclarar un poco el todavía confuso panorama de las próximas elecciones y les exige a los demás partidos políticos definir sus estrategias y posturas para conformar sus respectivas coaliciones, pues lo que hace evidente es que ningún partido, ni siquiera el CD, tiene la fuerza suficiente para pasar solo a la segunda vuelta de las elecciones, sino que es indispensable juntar fuerzas.

Frente a la derecha, son tres los sectores políticos que deben definir su estrategia de alianzas. El primero, los partidos de la coalición de gobierno, el Liberal y el de la U, que buscan posicionarse como la alternativa para defender el proceso de Paz y que necesitan aceptar una consulta interpartidista si quieren tener un candidato único.

Segundo, Germán Vargas, que es la continuidad del gobierno, pero a quien no le gusta el proceso de Paz. Tercero, un heterogéneo grupo de líderes alternativos de centro izquierda (Clara y Claudia López, Fajardo, Robledo y Navarro) que también apoyan el proceso de Paz, pero que se oponen a muchas otras políticas del gobierno y tienen la bandera de la anticorrupción.

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