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Por otro lado, señala el informe, hay que tener en cuenta que “el puntaje global promedio de los estudiantes con internet cayó en 1 punto (de 260 a 259 puntos), mientras que entre los estudiantes sin acceso a internet cayó 3 puntos (de 230 a 227 puntos) en las pruebas de 2019 y 2020. En estudiantes sin computador ni internet el puntaje cayó de 227 a 225”.
No es un tema menor, pues, a mi modo de ver impacta de manera directa tres factores de desarrollo y crecimiento del país. Primero, esas condiciones de inequidad y de difícil acceso, por parte de los niños, niñas y adolescentes, a una educación de calidad y a unas condiciones dignas de desarrollo personal y luego profesional, los hacen vulnerables ante diferentes situaciones, tales como desempleo y reclutamiento por parte de bandas delincuenciales, solo por citar dos ejemplos. Necesitamos conocer la realidad que viven los jóvenes en algunos lugares de Colombia para poder plantear soluciones de fondo y estructurales, pues arrebatárselos a las bandas delincuenciales es una obligación del Estado y para eso se requiere brindarles oportunidades de crecimiento y acceso universal a la educación, con todo lo que ello implica hoy en día –internet y computador-.
Segundo, preocupan las competencias que están adquiriendo los jóvenes del país, toda vez que estas son las que en el mediano plazo van a impactar el desarrollo nacional. Si le damos una mirada al informe de competitividad por ciudades, encontramos que uno de los pilares fundamentales es la educación y, hoy, en este siglo y en este año, donde presenciamos el auge de la cuarta revolución industrial, medido por el uso de tecnologías e intercambio de datos e información a través del internet, el panorama puede ser desalentador. El resultado de este estudio sí debería preocuparnos y empujarnos a trabajar en el adelantamiento del capital humano y la infraestructura de conectividad a internet del país, según las demandas actuales, porque hay que hacer todos los esfuerzos posibles para no entrar en un retroceso por la falta de acceso a internet o a un computador.
Tercero, tengamos en cuenta que la educación y el empleo van de la mano y, ambas, requieren necesariamente la generación de condiciones para el acceso a la ciencia y la tecnología, pues así se impacta positivamente el acceso efectivo al trabajo y el emprendimiento para los jóvenes –son ellos, los jóvenes, uno de los grupos poblacionales más golpeados por el desempleo-. El siglo XXI demanda, como mínimo, garantizar acceso e interconectividad universal que permita reducir la brecha, esto se logra es con infraestructura que conecte a los hogares colombianos al internet.
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