Otro camino

Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

No solo es posible sino necesario empezar a transitar un camino diferente, de lo contrario, como aquella frase célebre atribuida a Einstein pero que, la evidencia indica que podría ser (tampoco hay certeza, porque pudo ser anterior) de la escritora Rita Mae Brown en su novela “Muerte súbita”, “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes” y así es, son décadas de abandono y relegación en el escenario nacional que señalan, ser necesario, tomar otro camino bajo una visión de ciudad desarrollada, incluyente, próspera en la que tengamos espacio todos los habitantes y, por supuesto, quienes nos visiten.
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Hace dos semanas mencioné, en este mismo espacio, que la meta y objetivo de la ciudad debe ser la economía, sin embargo, para lograrlo, es fundamental una propuesta que identifique y resuelva los problemas que contribuyen al descalabro económico que vive Ibagué. El inicio de la transformación es, por un lado, una solución macro de planificación y, por el otro, una micro, individualizada por grupos poblacionales. Para abarcar ambas, hay que iniciar por el Plan de Ordenamiento Territorial (no podemos olvidar la premisa que indica que el desarrollo económico va de la mano del desarrollo territorial), que gire alrededor del agua (solución macro) y también que ponga la mirada en otro factor (el micro detalle), que es esencial para el desarrollo social y es el relacionado con el equipamiento urbano, tales como ciclorrutas, aceras, parques, estacionamientos, paradas de transporte público (que debería ir de la mano del incompleto y obsoleto Setp trazado en Ibagué), sin dejar de lado, variables que impactan de manera directa en la calidad de vida del ciudadano, como es el caso, entre otros, de la cantidad de hospitales, clínicas y unidades de salud por comuna, según el número de habitantes (este análisis vendrá, uno a uno, en posteriores oportunidades para entender el modelo de ciudad que tenemos y proyectar la que queremos). 

El camino a transitar es largo y necesario, de ahí que se requiera consolidar un liderazgo colectivo ideado, por lo menos, a 20 años –ese es el otro camino-. Vamos por partes, la esencia, conocer la ciudad, ordenarla, planificarla y ejecutarla (saber qué hay y qué falta) necesita información, probablemente la Administración municipal tenga algo de esto, el problema es que el acceso al conjunto de datos abiertos del municipio es casi inexistente, en la página web de la Alcaldía, hay algo muy reducido (que justamente por ser reducido es irrelevante) y muy poco puede aportar como fuente para el análisis de ciudad (el proceso de reorganización y planificación, inicia desde la recopilación, procesamiento, almacenamiento y publicación de los datos).

¿Qué relación tiene la concentración urbana con la instalación de equipamiento en la ciudad? ¿Cuál es la comuna con mayor cantidad de espacios públicos? ¿Cuál es la comuna con menor cantidad de espacios públicos? ¿Tiene incidencia la falta de infraestructura de agua potable en el desarrollo urbano? ¿Cuáles son los sectores de mayor accidentalidad vial? (esto solo por poner sobre la mesa el análisis de algunos temas, sin desconocer que son muchísimos más). Hay que abordar el problema desde la complejidad que representa proponer alternativas que superen el atraso en el que se encuentra la ciudad, de manera profunda, más que la disyuntiva partidista o ideológica, la ciudad requiere una propuesta disruptiva (realizable) que establezca nodos de transformación en el tiempo, esto es, otro camino que conduzca a la meta. 

 

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Camilo Ernesto Ossa Bocanegra

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