Innovar, una propuesta alterna en educación

José Javier Capera Figueroa

La educación es un campo de combate, mencionaba el maestro Zuleta, donde la democracia, la crítica y el debate deben ser el centro de la misma. No se trata de aprender por aprender, memorizar, acumular datos, asimilar modelos o menospreciar campos de otros conocimientos, en estos tiempos en donde la condición de ser estudiante no debe ser escueta, simple y vacua.

Es un llamado a repensar los sistemas educativos, la dominación cultural, las erratas de los educadores, la ambigüedad de los estudiantes y la re-petición de los conocimientos que en su mayoría pasan a ser solo una caja de datos sin procesar. No es que desee argüir que la educación es un proceso lógico en donde se entra a la escuela (máquina), se deposita (información) y se obtiene (resultados), para nada estas lógicas que en su mayoría son mercantiles y propias de los modelos de libre mercado, hacen de esto el punto para fortalecer la crisis que el maestro Bartra llama civilizatoria.

Por ello, se ha construido diversas propuestas desde pensadores como Freire, Dussel, Sousa, Morín, Quijano, Bauman, entre otros, quienes consideran que es necesario comenzar a indagar caminos donde el diferente, el loco, el ignorado, el pobre y el necesitado puedan reflexionar sobre su condición y a través de la educación como un acto político hagan de ella instrumento para salir de su estado de represión.

Lo que constituye la liberación del sujeto, un sujeto que aprende aprendiendo y se compromete social, política y culturalmente con su entorno comunitario. Y desde allí se apropia de sus problemáticas y emerge hacia otros escenarios, que posibilitan su existir y le ofrecen mejores condiciones para su vida en sociedad.

Otro de los puntos que simboliza esta corriente crítica sobre la educación, es dar un giro a esa concepción instrumental y motivar espacios donde la emoción, los sentidos, la palabra, la oralidad y los lazos afectivos hacen parte de la condición humana y que no solo se trata de ofrecer planes, currículos y cátedras sobre diversos de temas, los cuales nunca puedan ser pensados críticamente desde el mismo sujeto y así pueda realizar un acto de liberación en escenarios económicos, políticos y culturales pero sin alejarse de su entorno comunal.

Es así que el proyecto Innovar es muestra de que se puede ofrecer un tipo de educación, técnica, tecnológica y profesional a centenares de jóvenes de las regiones más alejadas del territorio colombiano y con mayores necesidades socio- económicas. Resulta ser un proyecto que integra diversos sectores públicos y privados realizando un acto de sinergia, en el cual las comunidades más afectados por la violencia, la desigualdad social y la falta de oportunidades logran acceder a un tipo de educación de calidad y con proyección social.

Pero ¿en ¿qué consiste? Es una propuesta que nace a partir de la Misión de la Ciencia, Educación y Desarrollo en donde participaron pensadores como Rodolfo Llinás, Gabriel García Márquez y Eduardo Aldana. Siendo esta la base por incursionar en un camino distinto y el cual pueda aportar alternativas a la problemáticas estructurales de la educación colombiana.

Desde ese momento la comisión de los sabios propuso establecer los Innovar. Y es así que dicha propuesta, podría llegar a ciudades de 100 mil habitantes y en cada departamento se conformaría los Innovar, enfocados al desarrollo de conocimientos para formar técnicos, tecnólogos y profesionales, estipula el documento.

En el caso del Tolima y para ser más específicos, en Purificación, el Dr. Eduardo Aldana Valdés lidero dicha propuesta y comenzó a gestionar este proyecto, que ha dejado grandes resultados para centenares de familias y jóvenes de escasos recursos, quienes a través de su disciplina y esfuerzo han podido llegar a su objetivo de ser profesionales y contribuir con el progreso de su municipio. Es decir, formar seres humanos y orientar vocaciones profesionales al servicio de los más necesitados.

Alternativas como estas deberían ampliarse y por qué no impulsarse en otros municipios con problemas estructurales como pobreza, violencia y degeneramiento político, la corrupción y el clientelismo, enfermedades que podrían subsanarse con ese tipo de propuestas educativas para los ciudadanos más pobres del Tolima.

Un gran reconocimiento al maestro Aldana, lo constan las experiencias, las voces, los testimonios y el agradecimiento comentados por los mismos estudiantes, egresados y ahora profesionales que desde su condición pudieron emerger y buscar mejores condiciones sociales, políticas y culturales, mostrando que es posible constituir propuestas alternas de un tipo de educación crítica, autocrítica y reflexiva que tanto necesita esta sociedad en crisis y llena de vacíos emocionales y frágil en su forma de pensar y decidir.

caperafigueroa@gmail.com

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