La Tejedora de Coronas

José Javier Capera Figueroa

En un principio, la estructura de la novela la Tejedora de Coronas es compleja, fue publicada en el año 1982, una época en donde los círculos literarios la definieron en su mayoría como una novela histórica, crítica, arqueológica de los saberes prácticos y formas de vida halladas en la historia colonial de nuestra nación.

Alfonso López Michelsen (Deas, 2006) pronunciaba: “El diseño de la novela es tan ambicioso y la imaginación tan rica que, simultáneamente con el discurso filosófico y la teoría matemática, la vida llena de riesgos del Mare Nostrum Español, el mar de las Antillas, durante la Colonia, abre el campo para las escenas inenarrables en las que es maestro Germán Espinosa”.

Uno de los grandes puntos encontrados consiste en la técnica narrativa de la novela, una novela en donde los puntos seguidos son una efemérides realizada para los lectores, pues el escritor los aísla sin paréntesis, ni guiones, lo cual sólo facilita detenerse debido a las comas; «y no es para menos»: consiste en un desafío por parte del lector transitar por las formas de discernimiento como la comprensión, la interpretación y el sentido crítico.

De esta forma, mencionaría el Maestro Espinosa en el célebre personaje Genoveva Alcocer lo siguiente: “Perder la ingenuidad y ser soñadores con aquello descubierto, sin aún ser parte del sentido de la vida”.

Leer las obras de Germán Espinosa invita a conocer su estructura, su lírica, su narrativa, …tan fugaces, sus connotaciones poéticas, los aportes que nos brinda un erudito del mundo metafórico arriesgado en mostrar la estética de sus palabras, de sus versos, de sus párrafos los cuales imprimen la fuente de rastreo de una época transcurrida como literato.

Nos encontramos con un personaje femenino cuarentón, hermoso, brillante y en su relevancia inconcebible para su época. Una mujer como Genoveva Alcocer es la muestra del quiebre naciente por parte de los hombres de la ciencia. Un quiebre en el cual los momentos de dolor, placer, violación, promiscuidad son parte del repertorio para el descubrimiento localizado en su contenido literario de un momento histórico como lo fue “La época de la colonia en nuestras tierras, las tierras de los habitantes primarios”, siendo Genoveva Alcocer, una dama que transcurre por los caminos de Quito, París, España, Estados Unidos.

Pero con una característica fundamental: el presagio y el antagonismo de las luchas, el enriquecimiento y la forma de apropiación del conocimiento, los debates entre los discursos de la ciencia y la religión. Como evocaría el Maestro Espinosa: le había permitido, casi con la sola ayuda de la vista, descubrir ese planeta enlucido como con una pátina de Aerugo Nobilis, de noble cardenillo, cual índole verdadera no pareciera dejar lugar a dudas y atinente a cuyo nombre, e hizo la gran revelación, porque te amo, niña, te amo con locura, y había cuenta de mi nombre en este cosmos (Espinosa, La Tejedora de Coronas, 1982, pág. 40).

Frente a la estructura de la novela se evidencia la complejidad de sus ideas, llegando a momentos de controversia: desde la época renacentista y los pensamientos ilustrados, en relación con el acolitado dogma de los cristianos y la función de la inquisición.

La represión de los saberes y la imposición de una forma de conocimiento auspiciada por el Santo Oficio Católico, el astillo de la esclavitud, el servilismo, la explotación de los habitantes en los territorios oriundos. Siendo así, que la perspectiva histórica de la gran narrativa utilizada por el Maestro Espinosa alude a las lógicas discursivas entre la historia, la matemática, la política, el esoterismo, la sexualidad y los puntos afines recurrente en los monólogos.

Para finalizar, uno de los elementos identificativo de la narrativa Espinosiana, versa en el zigzag, como fuente de repartición de nociones, pensamientos e ideas que convergen y divergen bajo puntos de enunciación que generan sospecha en la escritura “Embrujada” de Germán Espinosa. Dentro de los aspectos que enmarcan la conformación de la novela, resulta ser la estríper y su forma de actuar, pensar, escribir, dialogar y debatirla que nos permite ubicar los puntos de identificación en Genoveva Alcocer.

* Espinosa, G 1982, La Tejedora de Coronas, Editorial Pluma, Bogotá.

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