Viajarse con anestesia

Federico Cárdenas Jiménez

Una confesión entre amigos me llevó, con preocupación, a hablarles de este tema. La tendencia que ha venido aumentando es la de viajarse con los medicamentos que hay en la casa, con los que se tienen más cerca, los que prescriben los médicos y los que comparten los amigos, que se terminan mezclando con licor y otras sustancias en la búsqueda y exploración de sensaciones y efectos diferentes y que, por supuesto, han creado un mercado negro de medicamentos donde se consiguen más baratos, en cantidad e incluso, a domicilio.

Un estudio reciente del Observatorio de Medicamentos de Abuso del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona aseguró que personas entre los 25 y 45 años son las que más usan fármacos prescritos con fines recreativos y que son 27 los medicamentos identificados, fundamentalmente los excitantes, los alucinógenos y los tranquilizantes.

Hace poco, cuatro casos se presentaron en Tegucigalpa (Honduras) –y muy seguidos uno del otro-, en donde tres anestesiólogos y una enfermera murieron por sobredosis de Fentanilo, un fármaco anestésico que está indicado esencialmente para generar analgesia o tratamiento del dolor, y sedación, y que es considerado 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 más que la morfina. Actúa rápido de manera inyectable, pero también puede prescribirse en pastillas o en parches; este fármaco, en cantidades controladas, representa un excelente anestésico de corta duración. Sin embargo, las consecuencias de un uso indebido conllevan adicción (con síndrome de abstinencia), accidente cardiorrespiratorio, reducción de la presión sanguínea, convulsiones y muerte instantánea por sobredosis.

La condición adictiva radica en la euforia, las alucinaciones, relajación y la sedación que produce; cuatro efectos que combinados con heroína -tal y como lo están adulterando en el mercado negro- han llamado la atención de los organismos de salud pública y narcóticos en el mundo.

De este lado del mundo, la producción del Fentanilo ilegal ha sido detectada sobretodo en laboratorios clandestinos de México, desde donde luego atraviesa la frontera con Estados Unidos y llega a California y a Arizona para después ser esparcido sobre toda la costa este. Según la DEA –y como dato más preocupante- el Cartel de Sinaloa agrega Fentanilo a sus dosis de heroína para que sean mucho más adictivas.

De acuerdo con el último reporte del Centro de Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos, el Fentanilo es la droga más prescrita por los médicos norteamericanos para aliviar cualquier dolor, al lado del Vicodin y el Percocet. Así pues, el número de consumidores del Fentanilo va en aumento. Según informes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ha habido más de 1000 muertes relacionadas con Fentanilo desde 2013. Una de ellas, la del cantante estadounidense Prince, quien en 2016 fue encontrado muerto en su residencia por una sobredosis de Fentanilo según lo diagnosticó el mismo forense responsable de la autopsia.

Información revelada por la Revista Semana ese mismo año, indicó que no hubo registros de prescripción médica para el músico en los 12 meses previos a su muerte, lo que indicó un estado de adicción muy seguramente.

El consumo indebido de medicamentos de prescripción como éste es un verdadero problema de salud pública en Europa, Norteamérica y Centroamérica, donde el dolor, los trastornos de déficit de atención y la ansiedad se convirtieron en nichos de crecimiento para el mercado negro de medicamentos.

Otros derivados del opio además del Fentanilo, como la morfina, el tramadol y la codeína, son los de más alta demanda por los adictos a estas sustancias; adicionalmente, las benzodiacepinas más conocidas por los farmacodependientes (utilizadas como sedantes y tranquilizantes) son el Diazepan, Lorazepan y Alprazolam; sin olvidar por supuesto el grupo de los estimulantes como el metilfenidato, la oximetazolina y la cafeína.

Ojo con los que sobrevaloran la información que tienen de los medicamentos y de las mismas sustancias psicoactivas… he escuchado a algunos decir: ¡fresco, yo ya sé cómo es la cosa!

federic.cj@gmail.com

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