El resurgir del ideario de Galán

Carlos Eduardo Lagos

El 18 de agosto de 1989 caía asesinado por las fuerzas más oscuras del país, en la plaza central de Soacha, el candidato a la presidencia de la república LUIS CARLOS GALÁN SARMIENTO; el magnicidio estaba anunciado, Galán y varios miembros de su movimiento el Nuevo Liberalismo, dentro de los que se encontraba el Ministro Lara Bonilla, estaban decididos a depurar la política bipartidista, combatir la filtración del narcotráfico en la política colombiana y la connivencia y la tolerancia de algunos sectores del estamento político.
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Con la muerte de Galán se frustra toda una generación de políticos que buscaron una escisión de la política tradicional legada del viejo Frente nacional; que buscaba el fortalecimiento de la democracia, la consolidación de una paz que se hacía esquiva frente a la inequidad social, la erradicación del clientelismo, la demagogia, el sectarismo, el mediatismo y la corrupción; no solo del gobierno, sino dentro de los propios partidos a quienes criticó su detrimento ideológico.

Y fue precisamente bajo el ideario de un liberalismo más a tono con los nuevos desafíos y con la problemática social  que se buscó entonces esa equidad perdida por décadas bajo el pacto de Benidorm.

Sus propuestas además abarcaron la necesidad de vincular nuestra economía dentro del concierto internacional, velar por la situación de la diáspora de colombianos en el exterior, la reestructuración de la deuda externa y la adopción de los más modernos avances de la ciencia, la tecnología, la informática y la industrialización.

Treinta años después de su muerte la Corte Constitucional en un fallo sin precedentes ordenó al Consejo Nacional Electoral (CNE) reconocer personería jurídica al Partido Nuevo Liberalismo y a los directivos que estaban registrados desde 1986, así como a su Consejo Nacional; por lo que el Consejo Nacional Electoral en sesión extraordinaria del 28 de octubre decidió acatar la orden impartida por la Corte Constitucional y en consecuencia reconoció la personería jurídica, que se mantendrá hasta las elecciones de Congreso de la República del año 2026, inscribiendo de manera transitoria en el Registro Único de Partidos y Movimientos Políticos, a Fernando Galindo González, como Director Nacional y Andrés Ignacio Talero Gutiérrez como su Representante Legal.

Las acciones al interior del partido no se hicieron esperar y mediante Resolución 001 de 2021, definió también su nueva Dirección Política Nacional, la cual quedó integrada por María Cristina Ocampo de Herrán, exrepresentante a la Cámara, Rubén Darío Ramírez Arbeláez, exdiputado; Rafael Amador Campos, exsenador y por Carlos Fernando Galán, actual concejal de Bogotá por el estatuto de la oposición e hijo del líder del partido.

De igual manera  se convocó a todos los liberales ajenos a las viejas costumbres; a los ciudadanos no comprometidos organizaciones políticas; a las gentes de otros partidos que no se sienten interpretadas por las diversas líneas de sus colectividades; a las mujeres que desean una nueva organización social; a los jóvenes que reclaman alternativas democráticas frente a las fórmulas continuistas que la política tradicional quiere imponer a la nación, a inscribirse como militantes del partido y a participar en el proceso de electoral popular postulándose a través de su página oficial de internet.

Para el aspirante al senado de la república por este partido Guillermo Pérez Flórez este resurgir del Nuevo liberalismo significa: “El renacer de la esperanza de cambio de las costumbres políticas a través de un manejo pulcro de los asuntos públicos”.

En hora buena que este fallo de la corte constitucional y sus efectos “Inter comunis”, permiten un oxigenamiento de la política colombiana; en momentos en que la democracia atraviesa por uno de sus peores episodios que no solo han revivido las viejas costumbres políticas, sino también el amancebamiento con las fuerzas oscuras detrás del poder.

 

CARLOS LAGOS

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