Epifanía

En algunas culturas el 6 de enero se conmemoraba la fiesta de la Luz con la misma connotación del nacimiento del Sol, por ejemplo en Alejandría durante la noche del 5 al 6 de enero se memoraba el origen del tiempo, Aion, mediante una procesión con antorchas que se dirigía hacia el templo de Korion.

Volviendo a la tradición de los reyes magos, su origen podría remontarse a tradiciones orientales que se refieren a doce magos, para los armenios eran quince. Los documentos más sólidos nos remiten a Persia y corresponden a las Crónicas de Zuqnin, obra que compendia historias de Oriente Medio anteriores al surgimiento del Islam; en la cual doce reyes magos durante cada año viajaban a una montaña cósmica llamada Hara Barzaiti, donde se resguardaba una profecía el nacimiento del mesías solo faltaba una señal que apareció en el este en forma de una estrella que anunciaba la noticia; había nacido el mesías. En las catacumbas de Pedro y Marcelino aparecen dos; cuatro en el fresco del siglo IV de la catacumba de santa Domitilla. En la versión etiópica del proscrito evangelio de Santiago son tres pero con los nombres de Tanisuram, Malik y Sissebá. 

La representación gráfica de los tres reyes representa de manera física las tres razas que se conocían desde la antigüedad y, como se ha especulado, abrazaría el mundo conquistado por el Imperio Romano de la mano del cual se prendería la cristiandad. 

También se le da el título de Reyes y sus atuendos se asimilan a Monarcas de la época; no obstante, el evangelio se refiere a sabios provenientes de Oriente, en otras tradiciones se los conoce como hombres de sabiduría. 

Se ha postulado que la estrella de Belén podría ser una confusión entre Júpiter y Saturno que se presenta por estas épocas del año, como también se habla de un cometa muy singular a Leona que circula por estos tiempos en la bóveda Celeste. 

Ahora bien, los presentes entregados por los Reyes Magos representan por un lado el Oro con el cual se estaría representando el reconocimiento de su realeza, el incienso ya era utilizado en esas épocas para reconocer la divinidad y la mirra con el cual se cubría los cadáveres de los sepulcros, anunciaría todo el padecimiento que tendría que sufrir el Cristo como Redentor de la humanidad.