El plan pistola del Clan del Golfo

Carlos Eduardo Lagos

Estos actos de barbarie contra uniformados de las fuerzas militares y de la policía realizados por estos días, nos recuerda lo atroz de ese mismo mecanismo utilizado por el cartel de Medellín en cabeza de Pablo Escobar en los años 90s donde se pagaba una suma de dinero por cada policía asesinado, muchos de ellos cuando se dirigían a sus casas en los barrios más humildes de las ciudades.
PUBLICIDAD

Pues bien, parece que el Clan del Golfo ha optado por la misma estrategia de terror con un saldo en lo que va corrido del año de 36 policías y 24 soldados asesinados, por el accionar demencial de este grupo al margen de la ley. Con pagos que van desde los $2.000.000 en adelante, de acuerdo a los rangos de las víctimas; pareciera haberse convertido en una carnicería inmisericorde, en contra de nuestros soldados y policías; incluso ya fue asesinada una mujer policía.

Existe un común denominador en estos ataques, donde primero, se hace bajo recompensa y, segundo, de manera aleve, o sea, cuando los uniformados están fuera de servicio o encontrándose dentro de él, a través de francotiradores o ataques sorpresivos.

Estos actos han tenido un incremento tras la extradición de alias ‘Otoniel’ y de Nini Johana Úsuga, hermana del mismo, hacia los Estados Unidos debido a sus negocios ilegales.

En algunas redes se han escuchado expresiones como que es un acto de venganza entre estructuras criminales, algo que nos parece sumamente reprochable el equiparar a nuestras Fuerzas Militares y a la Policía con estos actores.

El presidente electo, Gustavo Petro, se pronunció acerca de estos actos y envió un claro mensaje a la organización criminal: “Suspendan la muerte, el camino es la vida. Matando a agentes de la Policía, que son jóvenes y no tienen responsabilidad en los problemas del país, no es el camino”, al tiempo que cualquier acuerdo con esta estructura deberá hacerse a través del mecanismo judicial, que no político; a diferencia de las negociaciones con el ELN, que sí tendrán esa categoría, se realizarán en La Habana y se pedirá cese unilateral de hostilidades como mecanismo de confianza.

Ahora bien, recordemos que las instituciones son el reflejo de nuestra sociedad y de ella se alimentan, por lo tanto, las instituciones tienen el mismo nivel de la temperatura ética de la sociedad; entonces lo que debemos mejorar es nuestra sociedad a través de la educación, la convivencia, la solidaridad, el fortalecimiento de los valores intrafamiliares y de la empatía.

 

CARLOS LAGOS

Comentarios