Una oportunidad especial para el Tolima

Carmen Inés Cruz Betancourt

El Presidente electo convocó a las comunidades regionales para que precisen sus propuestas para impulsar su desarrollo porque entiende que son las que mejor conocen sus problemas, prioridades y potencial. Esto, a diferencia del sistema imperante que, desde escritorios de Bogotá deciden cuánto deben hacer las regiones. Procede entonces que avancemos en unos “diálogos regionales”, asegurando que el centralismo de Bogotá no se traslade a Ibagué, porque todo el Tolima tiene derecho a beneficiarse de las  oportunidades que se generen. 
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Como el tiempo es corto y los recursos limitados no se trata de presentar una gran cantidad de propuestas, es imperativo identificar lo estratégico y lo prioritario, dando prelación a programas y proyectos que puedan desencadenar múltiples efectos beneficiosos. En ese marco, invito a reflexionar sobre las siguientes alternativas: 

A) Recuperación y mantenimiento de vías terciarias (y algunas secundarias), con el fin de generar oportunidades que permitan su desarrollo en momentos en que la seguridad alimentaria toma gran valor a nivel nacional e internacional. Además de vías, requieren asistencia técnica y soporte para avanzar hacia la agroindustria; crédito en condiciones razonables, capacitación, acceso a internet y apoyo a la comercialización. Esto es, un conjunto de acciones que atiendan la problemática que enfrentan, sin dejar de lado la titulación de tierras, carencia que actúa como desestímulo para el trabajo en el campo y expulsor de población.

B) Ferrocarril Ibagué-Bogotá, entendido como única fórmula para abaratar el transporte, garantizar continuidad y superar el “cuello de botella” que constituye el paso por Soacha. Mejor si se plantea un tren rápido Bogotá-Ibagué-Buenaventura, una gran opción para optimizar el potencial agroindustrial de la región y el turismo, aprovechando la ventaja competitiva de nuestra ubicación privilegiada en la geografía.

C) Un gran programa en torno al agua nos debe comprometer a fondo. La región es rica en fuentes hídricas que han sido muy mal manejadas, y no solo Ibagué sino los demás municipios presentan severas carencias en el abastecimiento y calidad del agua que consumen. También, el saneamiento básico es deficiente y genera problemas severos de salud pública. Trabajar en torno a los acueductos, alcantarillados y disposición de desechos es un imperativo que debe asumirse mediante proyectos que optimicen el uso del agua y la preservación de las fuentes. 

D) Otro Programa debe girar en torno a la educación, implica ampliar cobertura y mejorar calidad en zonas rurales y urbanas. Se requiere adecuar la infraestructura, proveer equipamiento, disponibilidad de equipos tecnológicos y amplio acceso a internet. Así mismo, debe ampliarse la oferta de educación superior, pertinente y de calidad, incluyendo el fortalecimiento de la sede de la UT en Chaparral, el Innovar de Purificación y la operación de un Ceres en el “Campus Pasiflora” de Mariquita que dispone de un excelente lote e infraestructura básica. 

E) Un Programa de generación de energía solar aprovechando el potencial de la región y el compromiso planetario de avanzar en generación de energías alternativas. El Parque Solar montado por Celsia en el Espinal es un buen comienzo.

F) Culminación del Triángulo del Sur, G) Habilitación total del Aeropuerto Perales de Ibagué, y otras propuestas podrán plantearse, siempre teniendo en cuenta su carácter estratégico y su capacidad de escalar beneficios.

A estos enunciados sigue su formulación técnica, estudios y diseños, factibilidad financiera, consultas previas si hay lugar y múltiples trámites complementarios, tareas que demandan trabajo especializado y terminan siendo barreras si no se cuenta con equipos que las asuman ni recursos para financiarlos, por tanto, es imperativo subsanar estas carencias, de otro modo, podría ser una oportunidad perdida para la región.
 

Carmen Inés Cruz Betancourt

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