Una oportunidad especial para el Tolima (II)

Carmen Inés Cruz Betancourt

En mi columna del domingo anterior mencioné algunos programas y proyectos que pueden considerarse estratégicos y prioritarios para impulsar el desarrollo integral del Tolima y podrían hacer parte de la propuesta que se presente al Presidente electo para responder su invitación a las comunidades regionales a que sean las que propongan. Mi gratitud especial a los lectores que expresaron su acuerdo y a quienes enviaron sugerencias que recojo aquí por considerar su pertinencia. Veamos:
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-- En torno al tren Ibagué-Bogotá que planteé, señalando la ventaja de que pueda ser una línea Bogotá-Ibagué-Buenaventura, precisan la importancia de que sea eléctrico, y fue eso lo que tuve en mente pero no lo precisé, así que lo hago ahora.

-- Recuperación del Río Magdalena y sus puertos en el Tolima. Hay 10 puentes que lo cruzan y requieren mantenimiento.

-- Conclusión de los escenarios deportivos de Ibagué, bajo extremo control, para asegurar que propician la actividad deportiva y generan oportunidades de turismo deportivo.

-- Geoparque Volcán del Ruiz, en cumplimiento de la ley 1632 de 2013/Ley de Honores a Armero.

-- Fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria especialmente de áreas rurales y centros poblados.

-- Recuperación y mantenimiento del patrimonio histórico de comunidades que lo requieren, para fortalecer la identidad regional y promover el turismo.

-- Apoyo a las expresiones culturales y las diversas artes y también recuperación y mantenimiento de los escenarios culturales para posibilitar que se dinamice la llamada economía naranja.

Cabe destacar que varios de estos programas involucran de modo especial a la Gobernación y las alcaldías, por tanto requieren su activa participación. De paso, se espera que estas propuestas sean recogidas por quienes aspiren a la Gobernación y alcaldías en las elecciones que se aproximan. Sobre las propuestas relacionadas y otras que puedan surgir, hay que destacar que no importa cuán buenas sean y cuánto se pueda avanzar hacia su materialización, debemos tener claro que el mayor proyecto que los tolimenses debemos plantearnos y sacar adelante, consiste en transformar nuestra actitud. Es imperativo aprovechar esta oportunidad que nos ofrece el clima de cambio que se respira en el país para tomar conciencia de que para lograr cuanto deseamos, lo primero es asumir una actitud comprometida que nos lleve a entender que somos responsables de nuestro destino, a aplicar todo el empeño posible, abandonando el desgano y la tendencia a delegar en otros asuntos que son de nuestra exclusiva responsabilidad.  En primer lugar implica elegir bien, muy bien, en todos los escenarios, solo personas idóneas y confiables; actuar como rigurosos veedores del presupuesto y los bienes públicos para superar de una vez por todas la grave corrupción y politiquería que hemos permitido que se arraigue profundamente en múltiples escenarios.

El gran reto es conseguir que en adelante toda obra y programa se ejecute con total transparencia, con el presupuesto, calidades y tiempos asignados, no como sucede hoy cuando son muy pocos los programas y proyectos que cumplen, y muchos los que terminan como “elefantes blancos”. Querer y cuidar cuanto nos rodea, respetar las reglas, aplicar empeño y energía, exigir honestidad y respeto por el derecho de los demás, es cuanto nos falta y lo único que puede transformar el lamentable estado de cosas que vivimos. Es una gran tarea que compete a toda la ciudadanía, y una actitud que debe incorporarse en la formación desde el hogar y la escuela, y dar ejemplo en todo momento y circunstancia, porque bien sabemos que “más se enseña con el ejemplo que con la palabra”. El resto vendrá por añadidura.

CARMEN INÉS CRUZ

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