¿De qué estamos enfermos?

César Picón

“Nos hemos mantenido imperturbables, pensando mantenernos sanos en un mundo enfermo”, sentenció Francisco el pasado viernes durante la misa de bendición “Urbi et orbi”.
PUBLICIDAD

El Papa dio un mensaje de esperanza, tan necesario en estos tiempos, pero cuando habló del mundo enfermo no hablaba del Coronavirus, sino de lo mal que nos ha ido en la tarea de construir una sociedad global capaz de enfrentar los retos de nuestro tiempo. Entonces, ¿de que estamos enfermos?, ¿nos va a matar el virus o esa otra enfermedad?, ¿quien tiene la culpa?, ¿hay cura?

Sistemas económicos que privilegian las ganancias por encima del bienestar. Sociedades que miran con desconcertante indiferencia como la mayoría de su gente se sume en la miseria mientras la minoría se enriquece y se constituye en una casta superior. Naciones que, para mantener vigorosa su economía, prefieren omitir medidas para evitar el colapso ecológico. Guerras físicas y comerciales que destruyen la vida y las economías de los mas débiles. Gobiernos que invierten más en guerra que en salud y educación, tan evidente en esta pandemia. Sociedades que matan o discriminan por ser gay, creer en otro dios o simplemente ser opositor a un gobierno o ideología. Personas que lo único que están esperando es que las cosas vuelvan a la normalidad, como antes, como siempre.

Efectivamente el mundo como lo conocemos está enfermo y es inviable. En lo ambiental somos un caos: la capacidad de carga del planeta se rebasó, la disponibilidad de recursos naturales que sustentan la vida es cada vez menor y el calentamiento global y otros problemas ambientales ya causan más muertes que cualquier pandemia en la historia: entre 6 y 7 millones de muertes al año están asociadas a la contaminación del aire, el 50% de las especies podría extinguirse antes de 2050 y el aumento de la temperatura prevé millones de personas desplazadas.

La desigualdad es abrumadora. En cifras de Oxfam, 2.000 multimillonarios poseen más dinero que el 60% de la población del mundo (4.600 millones de personas). El 1% de la población más rica tiene más del doble de la riqueza que tienen 6.900 millones de personas. Más de 13 millones de colombianos viven con menos de 260 mil pesos al mes y el 1% de los propietarios acaparan el 81% de la tierra.

Las guerras siguen a la postre: hay 65 millones de personas desplazadas por conflictos armados en el mundo, solo en 2016 murieron mas de 100 mil personas por esta misma causa y un buen porcentaje son niños.

Y eso que todavía no se contemplan las desigualdades y conflictos que se vienen por cuenta de la cuarta revolución: las masas de trabajadores se volverán irrelevantes ante el poder de las máquinas que ya no solo superarán la capacidad física de los seres humanos, sino también la cognitiva. Habrá otra forma de desigualdad: la posesión sobre los datos, que dará quizá más poder que las armas. La biotecnología que, a través de alteraciones genéticas, podría crear “súper humanos” dividiendo para siempre la humanidad en castas superiores e inferiores. Entre otros milagros o desgracias, depende como se le mire.

Soy optimista en que pronto saldremos victoriosos en la batalla contra el Coronavirus, pero tengo todas las dudas respecto a que seamos capaces de ganarle la guerra a esas otras enfermedades. El santo padre dijo que estamos “todos llamados a remar juntos”, eso es lo difícil.

CÉSAR PICÓN

Comentarios