Tolima en el Eje Cafetero

César Picón

La semana pasada el Tolima fue incluido en la región del Eje Cafetero. Esta chipa con Quindío, Caldas y Risaralda, iniciativa audaz e inédita impulsada por el Gobierno departamental, debe convertirse en una estrategia sostenida que consolide proyectos concretos que aprovechen las fortalezas y oportunidades de los territorios integrantes.
PUBLICIDAD

Lo primero, aprovechando la coyuntura, es que como el Eje Cafetero fue escogido como sede de los Juegos Nacionales y Paranacionales del 2023, no solo se solicite que varias competencias se lleven a cabo en Ibagué, sino que parte de los recursos destinados por el Gobierno Nacional sean dirigidos a financiar la terminación de los escenarios deportivos de esta ciudad: pista de BMX, complejo de piscinas (las del parque deportivo), complejo de raquetas, coliseo menor y gimnasia. A esta petición debería sumarse el Alcalde.

Desde lo ambiental hay mucho por hacer. Quindío y Tolima tienen un tesoro común: el bosque de palma de cera más grande del mundo. Viene en franco deterioro por cuenta de la ampliación de la frontera agrícola y los suelos destinados a la ganadería. Planificar y actuar de manera conjunta en el ordenamiento de esas 6 mil hectáreas para preservar el patrimonio ambiental sería una apuesta estratégica. También comparten la mayor extensión del complejo de páramos Chilí-Barragán, un ecosistema estratégico que produce millones de metros cúbicos de agua que alimenta los ríos Coello y Cucuana en Tolima, de ahí la importancia de construir gobernanza para implementar de manera coordinada los planes de manejo establecidos.

El turismo sostenible es otra gran oportunidad. Paradójicamente, mientras que Ibagué y Cajamarca albergan los más apetecidos activos turísticos, es desde Salento donde embarcan en Yipes a los turistas y los traen a conocer nuestras palmas de cera, el domo del Volcán Cerro Machín, el Loro Orejiamarillo y los exuberantes paisajes; luego los regresan al Quindío para venderles alimentación, hospedaje y suvenires. Construir una oferta turística integral que involucre las comunidades de Cajamarca e Ibagué en el desarrollo de rutas y experiencias, generaría la inclusión necesaria para impulsar el desarrollo local en torno al turismo.

Lo otro es buscar integración en términos de logística y comercialización de la producción agrícola. Ellos están proyectado a La Dorada, Caldas, como un puerto intermodal que aproveche la conexión por vía férrea con Santa Marta y la navegabilidad del Río Magdalena, para potenciar su logística de comercio y exportaciones. También vienen hablando del “Agroparque y Centro Logístico Kilómetro 41”, también en Caldas, para desarrollar la logística de acopio y exportación de Aguacate Hass. Tolima podría aprovechar esas potencialidades para mejorar la competitividad de sus negocios agropecuarios, pero también puede plantear la Central de Abastos de Ibagué (actualmente en fase de pre factibilidad), como una alternativa para que ellos puedan acceder al mercado de la capital y el centro del país. Juntándose los 4 departamentos podría ser viable.

Integrarse al Eje Cafetero es un buen paso. Sin embargo, lo deseable es que esa integración se traduzca en beneficios concretos para los tolimenses. El mismo Gobernador reconoció que en términos de indicadores económicos y sociales estamos muy por debajo de los demás departamentos del Eje, ojalá esto sirva para cambiar esa realidad.

Puya: felicito a El Nuevo Día por sus 28 años de existencia. Contar con un diario que hace periodismo serio, ético e independiente, es un privilegio para todos los tolimenses.

CÉSAR PICÓN

Comentarios