Prioridades

Lo primero es revisar las concesiones viales que conectan el Tolima con el resto del país, para establecer un plan que permita superar el bloqueo de conectividad vial que vive nuestra región. El estado de la Concesión Girardot – Bogotá nos devolvió 20 años en materia de transporte: cierres permanentes en varios puntos, cierres temporales del túnel y decenas de tramos de vía con un carril inhabilitado sin que se observen obras en desarrollo, han convertido en un drama movilizarse por esa vía. Las obras contempladas para la construcción del tercer carril y la rehabilitación de la carretera actual tomarán 5 años, un lustro en el que no podemos permitir que esa vía se mantenga en las actuales condiciones.

Si para Bogotá llueve para La Línea no escampa. En la vía Ibagué – Cajamarca, la falla geológica en el sector de Curalito tiene restringido el paso a un solo carril volviendo un desastre la movilidad. Por esa vía transita buena parte de la carga del puerto de Buenaventura y millones de personas que se mueven desde y hacia el centro del país y el Eje Cafetero. Lo más grave es que después de 7 años de iniciada la concesión para la segunda calzada Ibagué – Cajamarca, más allá de los viaductos que pasan sobre Coello Cocora no se evidencia ninguna obra, luego esta más lejos que cerca ver realidad ese sueño de una doble calzada que alivie los constantes problemas que presenta esa vía. 

Acelerar las obras y minimizar los impactos negativos económicos y sociales, debe ser una prioridad para el nuevo Gobierno. Algunas versiones indican que hay concesiones que en 5 años aseguran el retorno de la inversión, si eso es cierto convendría reestructurar los esquemas financieros para que en los años restantes concesionados se puedan invertir los recursos de los peajes en vías secundarias y terciarias de la zona de influencia.

Lo segundo es garantizar la fluidez de los desembolsos de la Nación para hacer realidad el Sistema Estratégico de Transporte Publico de Ibagué. Si bien el proyecto está en firme y con un cronograma de ejecución establecido, es necesario acelerar la apropiación de más de 300 mil millones que vendrán del Gobierno Nacional para rehabilitación de los ejes viales principales (hoy trochas), la construcción de andenes, paraderos y terminales urbanos, la modernización de semáforos y renovación de la flota, entre otras. Caería muy bien una mano amiga del Gobierno Petro para financiar las etapas urgentes que requiere el Plan Maestro de Acueducto de Ibagué, hay que resolver el problema de agua que padecen en varias comunas y garantizar las condiciones para el crecimiento urbanístico de la ciudad.

En agricultura es prioritario concluir el distrito de riego del Triángulo del Sur del Tolima (Coyaima, Natagaima y Purificación), que lleva 22 años “en obra” pero que al momento es un monumental elefante blanco. Desatar la producción agrícola prometida por nuestro Presidente requiere asegurar la irrigación allá y en otros municipios del departamento. Sumarle la financiación de proyectos de agregación de valor: central de acopio para facilitar la generación de clústeres, transformación de la producción primaria, entre otros.

Apenas se abre la discusión, todos los aportes son esenciales para el desarrollo de nuestra región.