Regalos que no fueron

César Picón

A la cumpleañera Ibagué sus gobernantes la dejaron vestida y alborotada. Con prácticamente tres años de mandato a cuestas, el montón de promesas que le habían hecho a los ibaguereños y que sí habrían significado regalos valiosos para la ciudad, finalmente terminaron siendo una burla abierta y descarada que constata su capacidad para mentir con tal de conseguir llegar al poder. El tal Musicable no apareció, ni siquiera unos estudios y diseños como para disimular que algún día hubo interés en realizarlo de verdad. Tampoco el tan cacareado viaducto de la calle 60, del que finalmente no lograron los estudios completos pero sí habían tramitado ante el Concejo un oneroso crédito para financiarlo. El acueducto complementario que recibieron en una fase muy avanzada quedando pendiente algunas obras para conectarlo con la planta de La Pola tampoco se logró, incluso, por ningún lado se vio la famosa planta de tratamiento que supuestamente construirían para los barrios del sur, un timo más. El boulevard de la quinta que lo anunciaron desde el inicio del mandato como el proyecto que le “cambiaría la cara” a la principal avenida de la ciudad, pero del que no se ha visto si quiera la primera piedra. Lo mismo ocurrió con la inexistente adecuación del parque Centenario, después de las críticas por haber anunciado unas abominables obras que acabarían con la vida natural en ese pulmón de la ciudad, dijeron que reformularon el proyecto, aun así, ni la maltrecha cubierta de la concha acústica ha recibido si quiera una manito.
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La calle 103 tampoco se logró, el tramo que con bombos y platillos entregó el Alcalde apenas representa alrededor de un 13 % de los más de 5 kilómetros de longitud que deberá tener esa vía para que conecte la Ambalá con la zona de expansión y se convierta en una verdadera solución a la caótica movilidad de la ciudad, incluso, la categoría de la vía fue reducida en la medida que desestimaron el diseño de doble calzada para construirla sencilla; de haber tenido voluntad, habrían podido invertir los recursos que han ido liberando por el improvisado costeo de otros proyectos, para continuar su construcción más allá de la carrera Quinta buscando materializar de verdad este proyecto vial que Ibagué tanto necesita. De la carrera 13 o eje ambiental, que va desde Calambeo hasta Cañaveral y que prometieron construir conjuntamente el Gobernador y el Alcalde, de esa si ni hablemos, pura paja.

Los anuncios de hacer realidad la implementación del Sistema Estratégico de Transporte Público quedaron en eso, en puros anuncios: ni la modernización de la semaforización, ni la supuesta nueva flota de buses, ni la rehabilitación de los corredores viales principales, ni un paradero construido y menos ninguna de las terminales urbanas que contempla el proyecto, nada de nada.

De cumpleaños ni siquiera tapar los huecos, algo que verdaderamente tiene desesperados a quienes transitamos por la malla vial de la ciudad y que pone en riesgo permanente a los ciclistas y motociclistas.

La Gobernación y Cortolima sí que menos se reportaron en este cumpleaños de Ibagué, a poco más de un año de terminar sus periodos no tienen una obra que mostrarle a la capital del Tolima a pesar que ilusionaron con un triunvirato barretista que supuestamente transformaría la ciudad.

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CESAR PICÓN

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