Píldoras para la memoria

Un par de semanas atrás, y luego de haberse disipado el suspense brumoso del “Supermartes” que nos dejó agendada una más que anunciada revancha entre Donald Trump y Joe Biden el próximo noviembre, The New York Times se preguntaba con auténtica preocupación si Estados Unidos estaría sufriendo un episodio de amnesia colectiva que, a raíz de los nefastos eventos de los últimos años (Covid-19, invasión rusa, inflación desbocada, guerra contra Hamás, etc), estaría haciendo que los recuerdos sobre la presidencia de Trump se diluyeran en el imaginario colectivo de la nación, lo que explicaría la paliza que le dio a sus rivales en las primarias republicanas y el estar encabezando múltiples encuestas de intención de voto.

Esta distopía Orwelliana

La voz se corrió rápidamente durante las pausas de café de todas las oficinas de Madrid. Cada vez más personas reportaban haber visto filas inexplicablemente largas de personas tanto en Avenida de América como en otras estaciones de metro con gran afluencia de pasajeros. Todas alineadas obedientemente a la espera de que un entusiasta impulsador con aires de geek tecnológico, bajo el logo de la empresa WorldCoin, les escaneara el iris de sus ojos con una cámara de gran resolución incorporada a un voluminoso orbe metálico de ecos futuristas. A cambio, cada uno recibiría en una billetera digital el equivalente a 80€ en el bitcoin propio de la compañía (algo como $340.000).

Desde las profundidades

Todo aquel transeúnte, bien turista o local, que deambule por la estación Plaza de España del metro de Madrid, sepultada bajo los metros cúbicos de hormigón que en la superficie aguantan las toneladas del mastodóntico obelisco de granito que celebra a Don Quijote de la Mancha y a su fiel Sancho Panza, descubrirá con no poco asombro que el verdadero homenaje a la obra cumbre de Cervantes se esconde en los andenes donde los pasajeros aguardan el tren y no en aquel altar colosal que impunemente rinde culto cómplice al selfie fácil.

Autores de la nada


Difícilmente la conversación en torno a los copyrights volverá a estar tan en boga como a principios de año cuando el primer Mickey Mouse que protagonizó el cortometraje “Steamboat Willie” pasó a ser de dominio público.

Allí donde menos la esperamos

Ni el más fanático jurista de toda la península ibérica contaba con el revuelo literario que provocaría la primera sentencia de este año que saldría de las dependencias civiles de la Audiencia Provincial de Valencia (con identificador SAP V 1/2024, para los lectores curiosos), el equivalente español de nuestros Tribunales Superiores criollos.

El próximo gran dilema canadiense

Un par de días atrás, los fieles lectores de The New Yorker tuvieron la oportunidad de disfrutar en exclusiva del cuento “Poor Houdini” de Anne Carson, la septuagenaria candidata al Nobel de Literatura. Sin una verdadera intención exhaustiva por agotar el relato de turno que protagoniza su sección “Fiction”, esta publicación semanal sirve como instrumento de precisión para calibrar el pulso de los autores más relevantes de cada momento. Desde Haruki Murakami hasta Vladimir Nabokov, pasando por Annie Ernaux (Nobel 2022), Olga Tokarczuk (Nobel 2018), Philip Roth (Pulitzer 1998) o Colson Whitehead (Pulitzer 2017 y 2020), sólo los auténticos cracks ven sus letras impresas allí.

El fin del anonimato

Imagine un futuro en el que una aplicación para celular, que cualquiera puede descargar tras contratarla por una módica suscripción mensual, permita a un extraño fotografiarle desde lejos por la calle y a golpe de tapeo dar en cuestión de segundos tanto con su nombre como con su dirección y, además, tener a la mano un acervo considerable de imágenes públicas en las que su rostro aparece.

La paternidad de los brujos gauchos

Una vez se ha hecho pública la lista de los 100 libros más notables de 2023, elaborada con gran rigor por The New York Times tras reseñar centenares de títulos a lo largo del año y en la que encontramos apuestas seguras como “La Más Recóndita Memoria de los Hombres” de Mohamed Mbougar Sarr (Premio Goncourt 2021), “Ciudad Victoria” de Salman Rushdie, “Holly” de Stephen King o “Crook Manifesto” de Colson Whitehead, es relevante llamar la atención sobre un detalle bastante particular: sólo una novela de origen latinoamericano consiguió pasar el corte. Se trata de “Nuestra Parte de Noche” de Mariana Enríquez, la cual se alzó en 2019 con el Premio Herralde de Novela entregado por la editorial Anagrama.

Dueño de sí mismo

Cuando mencionamos a William Faulkner es inevitable que el primer pensamiento que venga a nuestra mente sea el de cualquiera de los títulos más exitosos de su bibliografía, como “El Ruido y la Furia” o “Mientras Agonizo”, pero seguramente muy pocos podrán evocar alguno de los textos tardíos que componen una de las facetas más alternativas y menos conocidas de este autor, la de ensayista. Atomizadas a lo largo de múltiples publicaciones editoriales de la época, cosa que ha complicado su compilación, probablemente una de sus piezas más destacables y oportuna para nuestros tiempos sea “On Privacy, The American Dream”, publicado en el verano de 1955 por Harper’s Magazine.