El fin se acerca

El fin se acerca: Las profecías mayas de las que ya nos han advertido los iluminados Armandos, el enterado Nelson y el gurú Nalin Amalla Yelda están teniendo cabal cumplimiento. El velo del templo se rasgó; el sol giró sobre su eje; todo fue llanto y crujir de dientes; y, como se decía en el Lazio, “Roma locuta, causa finita”.

Por cuarta vez, el Poeta, el nunca bien ponderado intelectual, el faro de referencia regional, ha dado con sus huesos en las mazmorras del Estado, sin que en esta oportunidad haya forma de negociar, hacer prescribir o echar para atrás el fallo. Como diría el vulgo, tiene más rebaja una estampilla y la única apelación corresponde a la Corte Celestial. Sin embargo, la suerte del paladín está siendo llorada y lamentada a gritos por innumerables viudos y viudas de las doradas épocas de la Patria socialista del mañana y del saqueo indiscriminado de la región.

No hubo necesidad de recurrir a plañideras, como es de uso en la India, pues, aquí, en los diversos salones de los clubes, los cafés y en las oficinas de algunos golillas y rábulas, el luto es la insignia del momento.

Me cuentan que en algunas de estas instituciones hubo quien propuso elevar los estandartes a media asta y decretar, hasta agosto de 2032, luto riguroso. Me informa un vecino, meticuloso planificador y que ante el nacimiento de una nieta se propuso reservar salones para festejarle su cumpleaños número veintiuno, y pretendió asegurar el acontecimiento. Encontró que ya habían sido reservados por los supérstites del Comité de Aplausos quienes, como es usual y ha ocurrido en las últimas tres ocasiones en las que el Ciudadano ha salido de la cárcel, serán convocadas por una emisora local que pretende continuar, para esas calendas, pegada a la teta del erario.

Ojalá el resto de las profecías no se cumpla pues, entre dichos augurios, se habla de inundaciones, erupciones volcánicas, tsunamis y elección de ciertos sujetos a cargos de representación popular. Si la naturaleza nos exime de tantas tragedias, yo me comprometo a asistir al homenaje en la fecha señalada de salida del conterráneo.

Credito
Cholagogue

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