Cierre de campaña

Esta es mi última oportunidad para cambiar el destino de esta ciudad y pese a no haber figurado en ninguna de las encuestas acomodadas y a que no me invitaron a ningún debate y me tocó colarme, quiero reiterar a mi electorado la invitación a acompañar esta enhiesta candidatura para regir los destinos de la ciudad de López de Galarza y Bretón para los próximos cuatro años.

Sin embargo, y en aras de no engañar a ninguno de mis electores, estoy a punto de retractarme de algunas de las ofertas que hice dentro de mi ingenuidad y mis buenas intenciones para conminar a mis seguidores; en primer lugar, ya dudo mucho de donar mi congrua pensión y unos lotes en el cementerio antiguo de El Salado para el beneficio de mis coterráneos, pues me han asombrado las manipulaciones que con las donaciones de beneficio colectivo se hacen en esta Villa de San Bonifacio. Manipulaciones que hacen los esforzados paladines que vienen a sacrificarse por esta región y por el invicto pueblo pijao.

Veo que ya no hay necesidad de seguir adelante con la propuesta del acueducto alterno, ya que desde Washington trajeron a un connotado experto en hidráulica que trabajaba de plomero en la capital de los gringos, y que tiene como nombre de batalla “Taty”.

Retiro también mi propuesta de auxiliar a los pacientes de nefrología y a los estudiantes de los colegios de las cajas de compensación, ya que por lo que he leído en este periódico, ese dinero tiene visos de embolatarse. Ni hablar de volver a traer kits importados de la China porque con el TLC recién firmado vendrán estos elementos directamente desde el norte.

En cambio, insisto en adoquinar la Quinta de la 10 hasta la 42 para que los pedalistas colombianos puedan entrenar en pavé y no se les haga extraña la vuelta a Francia, como ocurrió el domingo que tenían cerrada la Quinta, la avenida Ferrocarril, la Guabinal y la Ambalá en toda suerte de actividades ciclísticas. Puedo decir, entonces, que Ibagué será la capital mundial de la ciclovía.

Espero ampliar el tontódromo a la carrera Cuarta con el objeto de traer mayores inversionistas extranjeros que coadyuven con la oferta comercial de la ciudad y hacer así de Ibagué un polo mercantil muy superior a Maicao, Cúcuta e Ipiales. Garantizo que esta será la última y definitiva vez que repararé el corredor cultural de la 10.

Solo me resta decirles que sigan fieles a mi lema: “Con Cholagogue no se ahogue sino bogue” y marque el número 666 en el tarjetón del partido de la violeta genciana.

Credito
CHOLAGOGUE

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