el letrista del maestro Zambrano y ermitaño de Cocorná a más de los finados Miguel y Antonio, me propongo remozar las controvertidas propuestas de Timoleón y Cesáreo y dirimir para siempre la agria disputa.
    Para facilitar las cosas, procuraré no ser tan exigente ni poner tantas condiciones como me cuentan ha ocurrido con la grabación del nuevo himno de la capital del Tolima. Para emocionar al auditorio y concitar el apoyo popular, esbozo algunas de las estrofas que ha producido mi magín en las más recientes fechas.
    Si bien en un futuro cercano los gustos populares requerirán de un son vallenato, un corrido norteño, un reguetón de los excomulgados o una cumbia peruana.

Gime el estro de mi tierra
en la cumbia del maestro
por cuenta del desamparo
en que se encuentra mi barrio.
Las calles llenas de huecos
el acueducto sin agua, las motos
en descontrol y el concejo
funcionando.

Dormir, penar, sobornar
Amando los públicos dineros
la rumba se hace buena
y prende el festival

Baila, bebe, mete, fuma
Sus pesadillas mi
Tolima y el aguardiente
Ahora es el Néctar
Y el de aquí se acabó

Soy  traqueto de Garzón
Y me vine pa Ibagué
Por que nadie lo impidió
Y aquí yo ya me amañé

Va mi mocho con el
De Espumas con contratos
En la agenda, pues el
Tumbis es seguro y
Rellenará mi mochila

    Reconozco que los versos están un poco cojos y que no riman, pero es verdad.