Señora Canciller

Antes que solicitar que se nos quite la visa Schengen en la Unión Europea, preocúpese por cómo atienden a los colombianos en sus embajadas y consulados. Llegar a un consulado nuestro es llegar a tierra extraña.

En Madrid, me contaron que eso no era raro desde que salió Noemí Sanín de la embajada. La puerta de nuestro consulado parece un mercado persa, el rebusque se hace presente por doquier.

Bueno, para no alargar el cuento, habíamos visitado el consulado de Marruecos, en procura de la visa para una corta visita; concurrido, por cierto, pero todo el que lo requería estaba dentro de sus instalaciones, con un lugar donde sentarse a la espera de ser atendido. Nos enviaron sin cita previa directamente a donde la Vicecónsul (joven y hermosa, por cierto). Muy atenta nos explicó que mi hija por ser residente en España no tenía problema, pero nosotros necesitábamos una carta de la embajada o consulado de nuestro país coadyuvando nuestra solicitud, porque el trámite se debía haber realizado en la embajada de Marruecos en Bogotá.

Fuimos al consulado y empezó el peloteo: que esas cartas eran de la embajada, de la embajada que no, que esto era responsabilidad del consulado y este finalmente dijo que los colombianos desde hace una año no necesitábamos ya visa. Terminamos regresando al consulado de Marruecos, donde se nos informó que sí necesitábamos visa y que extrañaban que los funcionarios de mi país estén tan mal informados. Por nuestra cara de desilusión y de ternero degollado, se condolió y nos invitó a sentar en su despacho, nos mostró cartas sencillas de otros consulados y embajadas respaldando a sus ciudadanos y sin más este ángel nos tramitó la visa. Gracias, Bahiya Hassani, por su excelente trato y comprensión. Contrasta con la mediocridad de nuestros funcionarios consulares: apenas burócratas con quienes se pagan favores políticos.

Extrañan de verdad a Noemí, que hizo de su gestión en la Embajada de Colombia en España un retazo de patria, donde la añoranza de la tierra se mitigaba con el cariño y la comprensión de sus funcionarios prestos a respaldar a sus conciudadanos.

Credito
LUIS ERNESTO RUIZ CARDOZO

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